Huella y presencia (tomo V)
IIUELLA Y PRESENCIA V política de salud es su concepto como bienestar del conjunto de la sociedad, nuestros profesio- nales deberán estar mucho más comprometidos con un proyecto compartido, de carácter públi- co y privado, pero que implique solidaridad más amplia y mayores nivel es d e igualdad. Al mismo tiempo , las nuevas generaciones de estudiantes estarán cada vez más sometidos a la presión del desarrollo tecnológico y los in- tereses económicos asociados a él. Si n duda el desciframiento del genoma humano y las futu- ras posibilidades biotecnológicas '4an a otorgar a los nuevos profesionales poderes desconoci- dos hasta ahora . Estos pode res, si bi en por un Di:JorgeLasHerasB. lado acrecientan las posibilidades vita les del profesional de la salud, por otro lado lo enfren- tan a riesgos y a dificultades para las cuales en muchos casos van a carecer de soluciones y de toda experiencia orientadora previa. Para responder con prudencia a estos desafíos, nuestras escuelas deberán incrementar el rol de la bioética en la enseñanza de las carreras de la salud para ser más rigurosos en la definición de los límites posibles en nuestra práctica profesional. Aun- que no podemos anticipar muchos de los desafíos que nos aguardan en el futuro de nuestra institución, está claro que aspiramos a seguir mantenien- do nuestra vocación de ser semillero de las inteligencias rectoras del país; continuar formando profesionales de la salud con solvencia y espíritu de servicio público, mantener el desarrollo de la docencia de pre y postgrado, investigación y extensión de alta calidad, en el contexto de los desafíos que enfrenta nuestro país. En este sentido, nuestra aspiración es a erigirnos no sólo como un paradigma de entidad universitaria, sino tambi én como un modelo de relación entre universidad y sociedad mediante la articulación de la libertad incondicionada del saber con la responsabilidad del servicio público. En los albores de nuestra Escuela d e Medicina, uno de sus fundadores, el Dr. Gu illermo Blest, expresó que "podemos exclamar con acento imponde- rable que el porvenir es nuestro". Sin duda que los 170 a1i.os t ranscurridos ratifican esa predicción. La Medicina chilena engendró su hogar en nuestra Facultad, y los que hoy hemos recibido esta magnífica he rencia, estamos d ispuestos a segu ir cumpliendo con el mandato d e Andrés Bello: "La wfrdi- cina investigará las modificaciones peculiares que dan al hombre chileno su clima, sus costumbres, sus alimentos; dictará las reglas de la higiene privad a y públ ica; se desvelará por arrancar a las epidemias e l secreto de su germinación y de su actividad devastadora, y hará cuanto es posible para que se difunda a los campos el conocimiento de los medios sencillos de reparar y conservar la salud" 10
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