Huella y presencia (tomo V)

\ \ HUELLA Y PRESENCIA V y primer te rcio del XX, la estructura, organiza- ción y funcionami ento del modelo de salud que progresivamente se había ido manifestando como lo más avanzado en el continente, espe- cialmente, por sus rendimientos, el alcance de sus prestaciones, la p ertine ncia y eficacia de los servicios, la coordinación e inte rre lación d e sus integrantes. En efecto, la medicina nacional en las tres prime ras décadas d el siglo recién finalizado po- día sentirse orgullosa de haber, en primer lu- gar, alcanzado una condición sanitaria equiva- lente a los países más avanzados del ámbito oc- cide ntal , a pesar de las asimetrías evidentes en Di:EduaidoRosselotj. el desarrollo económico y social. En segundo término podía destacar la excepcional coordi- nación entre formación médica y trabajo asistencial, por la precoz y comple- menta ria actividad que los alumnos llevaban a cabo en los hospitales de la Beneficencia Pública, consti tuidos en este sentido en el campo clínico de la Escuela, como hubieran deseado hacerlo las más destacadas institucio nes académicas en el exte rior. Desde 1889, la asistencia de los a lumnos a los hospitales se había h echo obligatoria a partir del tercer año, y el internado se había establecido en el Hospital San Vicente en 1893. Los hospitales se habían ido consti tuyendo, a su vez, en un recurso indispensable, eficiente y de gran importancia para la sustentación d e la red sanitaria de prestacio nes que, más tarde, requeriría la configuración del Sistema Nacional de Salud. Por otra parte , los programas periódicamente renovados para mantener la enseñanza ac tualizada, esta ban lejos de ca rece r d e los el ementos human ísticos y culturales que complementaban la formación profesional, a la par con los progresos d etectados en la educación médica internacional. Consonantes con los 1·equerimientos e n salud advertidos en el propio me- dio nacional, smgían innovadoras áreas de exploración de iniciativas cientí- fi cas de honda repercusión. No sin razón destacaban, también , los médicos d e esas generacion<.:s, por el magnetismo y la efectividad social con que se pudieron desempei'lar, relevantemente, en los cargos universitarios más al- tos, o como miembros del Congreso o como Ministros de Estado y, en esa forma, contribuir a obtener recursos para dotar al país d e una ejemplar infraestructura sanitaria. < 4 > De igual sentido, fue su participación y convoca- toria a foros nacionales e internaciona les de su competencia, donde no se excusaron de ej ercer el liderazgo que su formación y capacidad les exigía. Muchas de las innovaciones propuestas por Flexner en ; ~noy> en su tras- cendental informe sobre la educación médica en los Estados Unidos, ya e ran carne d e la me tódica docente e n nues tro país, en la relación docente asistencial, en la relevancia de las cie ncias hásicas en la formación. en el 78

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