Huella y presencia (tomo V)

LA PROYECCIÓN HUMANISTA EN LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA CHILENA DEL SIGLO XXI Dra. Colomba Norero V. L1 ,111:mc,,v,1 r:o,vn,,I11•011,íNJ,'.•1 11,1 I•1:1-;w·Mmo de ser una medicina científica. Por lo tanto trata de ser lo más objetiva posible y se apoya fuertemen te en lo tecnológico. Mide, cuantifica, relaciona los signos de enfermedad y d ej a un tanto de lado a los síntomas que, sin embargo, no o lvidemos, consti tuyen elementos diagnósticos esenciales. Este tipo d e medicina d espierta sentimientos de asombro y de temo r. De asombro ante su inquisitiva capacidad de llegar a la explicación última (o lo que consideramos última) de las enfe rmedades y ante e l desarrollo d e sus técnicas diagnósticas y terapéuticas. De temor, ante las implicancias éticas que tiene su capacidad de inte rveni r en el comie nzo y e l término de la vida y e n las experie ncias de desencuent ro en la relación médico paciente. Pero, al mismo tiempo, se d ebe concordar que tambié n e l sentimiento es de ma- ravilla, ante la posibilidad de tratamiento y mejoría de tanta patología que se consideraba incurable. Para este tipo de medicina la e 11se1ianza necesariamente se ha debido modificar. De allí los grandes cambios curricula res que privilegian la com- prensión, la capacidad de análisis y de captación de e lementos nuevos po r sobre la memorización que caracterizaba la cnsc1ia nza tradicio nal. Prepa- rarse para el futuro, ese es el lema ... Y esto a veces puede confundirse con prepararse para la medicina del "éxito", con nuevas conquistas tecnológicas y aceptación de nuevos postulados é ticos que son capaces de alterar el cur- so de la vida de los pacientes. En la prác tica, estos conceptos ha n sig nifi cado una a te rrado ra d espersonalización de la atención al enfermo . Para se r justos, esto último no sólo se d ebe a la tecnología sino a las corrien tes de pensamiento imperantes que borran al hombre persona para reconocer sólo al hombre masa. Prueba de ello es la incomuni cación a todo nivel, el rechazo a l fracaso ( y la mue rte se considera como tal), la falta de in te rioridad de l hombre que se manifiesta con una sen sación de disconformidad, de rebeldía no canali- zada, vaga; el impe rioso deseo d e felicidad que se expresa en satisfacciones inmediatas, efímeras. Siendo así las cosas, y formand o los médi cos parte de este universo d esencantado, ·se comprende fácilmente e l d eterioro de la re lac ió n mé- dico-paciente, piedra angular de una buena medicina. Nuestra cultura 73

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