Huella y presencia (tomo V)
HU, I.IA Y l'IU~~E:s/CIA V esos at'10sjuveniles de gran excitación intelectual y artística (véase por ejem- plo la Crónica de una Generación de Luis Oyarzún). La pertenencia a ese grupo marcó muchas de las facetas de Niemeyer: su gusto por la discusión franca y rigurosa, su humanismo, su afición por la música y la pintura y su posición estrictamente republicana. En 1942 recibe su título de médico-cirujano con su memoria Contribu- ción al estudio del metabolismo de la célula hepática. Es su primer trabajo pero también el resumen de toda su vida científica. Durante unos pocos años Niemeyer se dedica a la vez a la pediatría y a la bioquímica y, a partir de 1944, comienza a publicar, con e l Dr. Julio Men eghello y otros, una serie de trabajos especialmente en desnutrición, algunos de los cuales contienen parte de su experiencia bioq~uímica. El últi- mo de esos artículos está fechado en 1953. Paralelamente publica trabajos de estricto corte bioquímico con Cruz-Coke, Mardones y otros. En 1949 Niemeyer obtiene la prestigiosa beca Guggenheim para realizar investigación e n el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Harvard. Allí trabaja bajo la dirección de Fritz Lipmann quien en ese mo- mento estaba en su período de mayo r fecundidad creativa (ganaría el Pre- mio Nobel en 1953). Ese año marca definitivamente la dedicación exclusiva de Niemeyer a la investigación y su alejamiento de la Pediatría. Volvería a Estados Unidos en 1957 a la Universidad de Wisconsin en Madison. Allí trabaja con Van Rensselaer Potter, cuyo nombre hoy se asocia casi exclusiva- mente a la expresión Bioética que acuñaría algunos años después en un influyente lib ro. No obstante, la producción científica de Potter e ra de altí- simo calibre, especialmente e n el campo de la enzimología y la regulación del metabolismo. LA CARRERA CIENTÍFICA DE NIEMEYER Desde su adscripción como ayudante en 1938 hasta 1975 (en que se traslada a la Facultad de Ciencias), es deci1·, durante más de 30 años, Hermann Niemeyer desarrolla su actividad universitaria en la Facultad de Medicina. El detalle de su actividad científica y sus numerosas publi- cacion es no caben e n esta semblanza, pero ha sido analizado con cierta profundidad (3). Quizás el punto más descollante reside en su proposi- ción de que la síntesis de glicógeno en e l hígado no procede mediante la reversión de la actividad de la enzima glicógeno fosforilasa (noción en- tonces aceptada) sino por una vía diferente , con participación de un inte rmediario glucosilo-X, en que X podría ser un nucleótido (4) . Pocos años después, Luis Lelofr confirmaría la herética proposición de Hermann con e l descubrimiento de una nueva enzima, glicógeno sintasa, y la iden- tificación del glucosilo-X como uridinadifosfoglucosa, lo que le valió , entre otros descubrimientos, el Premio Nobel en 1970. Con ocasión de su confe 1·encia Nobel, Leloir reconocería la paternidad de la idea de He rmann Niemeyer. Otras investigaciones importantes fueron los her- 36
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