Huella y presencia (tomo V)

SEMBLANZAS 1807-1865. LORENZO SAZIÉ. Nacido en el sur de Francia, graduado en París, en 1833, viene a Chile a hacerse cargo de los estudios médicos. Es alumno de los grandes clínicos franceses de esa brillante época. Dupuytren lo elige para cumplir la misión en nuestra tierra. Su viaje de Europa a Chile tuvo la suerte de realizarlo en compañía de don JoséJoaquín Pérez, apenas siete años mayor que él, con quien tejió una amistad íntima y vigorosa que Sazié no olvidó jamás. Desa- rrolla en Chile una obra inmensa y de gran repercusión. Es el primer Deca- no de la Facultad de Medicina, al crearse la Universidad de Chile, en 1842. Le dio a los estudios el tono francés, en esa época el más progresado. Tra- bajó intensamente en la organización de los hospitales. Dejó numerosos discípulos y fue un modelo de médico en todas sus responsabilidades. Fue rodeado de un gran prestigio. Su extraordinaria capacidad médica le permitió en 1854, a poco de ha- ber permanecido casi dos años en Europa, ser el primer médico de la en- tonces denominada Casa de Locos, recién fundada en el barrio Yungay. Y en todas sus funciones dejó Sazié un profundo surco. En esa época lejana era necesario salir al encuentro de algo diferente, actuar con originalidad, contener con la acción generosa el egoísmo de los que se alzan sordos a todo reclamo humano; idealizar las amargas realidades que circundan la vida colectiva, imprimir con e l ejemplo de virtud; ser guía y sembrados. Eso fue Sazié. Dio a la Facultad un tono de dignidad que, a través del tiempo, los Decano que lo sucedieron han sabido conservar intacto. Sazié amaba su profesión y la ejercía con un admirable sentido social, en sitios o cir- cunstancias que generalmente no se aceptan sino cuando a l lado de los acontecimientos obra un impulso apostólico. Amaba a los humildes, a los torturados y cada una de sus tristes historias le quebraba el alma. Todo este conjunto de virtudes de la mente y del corazón lo llevaron a la presidencia de laJunta de Beneficencia de Santiago. El espíritu de Sazié sigue presidiendo el ambiente de la Facultad. Al cumplir 58 años, murió víctima del tifus exantemático, contraído atendiendo enfermos de esca- sos recursos. 211

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