Huella y presencia (tomo V)

acelerados a una velocidad cercana a la de la luz, son introducidos a un vacío donde sus u-ayectorias son continuamente desviadas por campos magnéticos. La radiación de sincrou·ón es emitida tangencialmente a la órbita en que las parúculas viajan en el vacío cuando son desviadas. Parte del espectro de esta radiación esta constituida por 1-ayos X. Analizando el esquema o modalidad en que estos rayos x son dispersados o desviados en varias direcciones por una solución d e proteína es posible obte ne r información sobre el tamaño y la forma de los conglomerados de colágeno durante el crecimiento de la fibrilla. La bri- llantez o intensidad de la radiación de sincrotrón pe rmite además medir cinéticamente los cambios de la radiación dispersada con un¡ resolución de fracciones de segundo. Pude hacer estos estudios en el European Molecular Biology Laborntory e n Hamburgo, que es usua1io del Deutsches Elektronen Synchrotron, e n calidad de Director de un Proyecto de Colaboración Interna- cional de Invesligación financiado por OTAN. El análisis conjunto de los resultados obtenidos e n nuestro laboratorio y aquéllos que obtuve con mis colaboradores e n Hamburgo indicaron que las etapas tempranas de la fibrilogén esis, que no son pesquisables con e l uso de dispe rsió n de luz, tambié n está n mediadas en parte por interacciones hidrofóbicas, contrariamente a conceptos e n boga. Esto ilusu-a una vez más e l caso de que en la observación de la naturaleza debemos complementar las limitadas posibilidades de los estímulos de nuestros sentidos con la sen- sibilidad a otros estímulos que poseen los instrumentos. No podíamos ver directamente e l crecimiento de las fibrill as a base de la difusión de la luz. Tuvimos que recurrir a la difusió n de rayos x de la radiación de sincrotrón. Obse1vamos posteriorme nte que el agua pesada, que contiene deuterio en vez de hidrógeno, aceleraba la fibrilogénesis, lo que me indujo a genernr un modelo hipotético de su mecanismo que incluía la participación de puentes de hidrógeno en la estabilización de intermediarios iniciales. El cuadro hipotético de la formación de la fibrilla y, ulteriormente, la fibra del colágeno, adquirió así una nueva dimensión de complejidad. Todo esto nos recuerda el ejemplo de humildad de Albert Einstein quie n dijo una vez algo así como "Tratamos d e suministrar una explicación de la más simple manera que sea posible, pero no más simple que la naturaleza". Debemos, pues, obse1var cautela para no caer en reduccionismos simplistas en nuestras proposiciones. Parale lamente, en Mount Sinai realicé estudios sobre reacciones no en zimáticas entre azúcares y proteínas. El obj e tivo a largo plazo de este proyecto era adquirir conocimiento que permitiera intentar propo ner mo- de los sobre el envejecimiento de los o rganismos a base de alteraciones sufri- das por sus proteínas. Era prudente observar gran cautela en la proposición de hipótesis explicativas con intención generalizadora. Yo quedé amedren- tado cuando leí e n un artículo ele revisión que se conocían cerca de cien teorías sobre e l envejecimiento. Este hecho sugería que antes que todo ha- bía que coleccionar y clasificar observaciones que, hasta este momento, son relativamente escasas. Con tal objeto nuestro la boratorio y otros se dedica- 188

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=