Huella y presencia (tomo V)
HL'El.lA Y l'Rr$ENr.JA V existencia de aldehídos en proteínas, hallazgo que, como es de esperar mu- chas veces e n ciencias teóricas y experimentales, tuvo una reacción negaúva entre los expertos. Afortunadamente, con los años este escepúcismo se des- plomó bajo el peso de la evidencia experimental que apoyaba su concepto. REGRESO A CHILE. ELVENENO DE ARAÑA, SU INTERACCIÓN CON MEMBRANAS Y LA NECROSIS. Volví a Chile con muchos deseos de hacer investigación y docencia e n el Instituto que me acogió. Mis intenciones eran realizar estudios en las pro- teínas de la matriz extracelular, esa maraña de cables proteicos que, pese a su aparie ncia de material inerte, representan medios molecJiares indispen- sables en múltiples funciones. La matriz contribuye a la regulación de la función de una gran diversidad de células y la manera como se ejecutan los me nsajes genéticos que determinan la forma, e l crecimiento y la diferencia- ción de células durante el desarrollo. En el laboratorio de Gallop había in- te n tado aportar la base experimental e n apoyo a su teoría estructural, lla- mada e nigmáticamente la "hipótesis 3,2,1: A,B,C para las cadenas del tropocolágeno"; pero nuestros resultados, como los de otros laboratorios, estaban más de acuerdo con otro modelo estructural. Sin embargo, debe hace rse notar que fue e l modelo de Gallop e l que motivó la investigación que culminó e n su autodestrucción. Así procede la cien cia. Como dij e ante- riormente, el modelo estaba entre las proposiciones que puede n ser acepta- das en el ámbito de la ciencia porque sugería los mé todos necesarios para "probar" su "veracidad". Nótese que empleo estas palabras entre comillas, e n conformidad con los preceptos de humildad y rigor que exige e l proceso de construcción de teorías. En Chile opté por estudiar la manera mediante la cu al las moléculas de colágeno se une n e n tre sí, como las h ebras de una trenza, para formar las fibrillas. Los resultados que obtuve permitieron en parte proponer modelos teóricos que describiré posteriormente. Con e l obj eto de satisfacer más mi d eseo de contribuir al desarrollo d el campo de proteínas en Chile decidí buscar una función biológica que se pudiera explicar e n términos d e la actividad de una proteín a. Esto implicaba emprende r un trabajo desde nivel cero en re lación a lo protei- co. Tuve la oportunidad de interactuar con el Dr. Hugo Scheno n e, de la cátedra de Parasitología de la Escuela de Medicina·. El estaba inte resado e n lo que se denominaba "veneno de la a raña Loxosceles !aeta". En rea- lidad, era un extracto de un homogeneizado de glándulas de veneno que, cuando se inoculaba subcutáneame n te en animales susceptibles como e l conejo, inducía una lesión necrótica indistinguible de la morde- dura de la a raña. Solicité al Dr. Schenon e glándulas de a raña que é l ex- tirpaba con mucha destreza de animales conseguidos con la ayuda de *Dichos funcionarios eran: Antonio Rojas Soto, quien continúa desempeñándose en el Laboratorio que investiga la enfermedad de Chagas. Manuel DíazAlfaro (fallecido) . 184
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