Huella y presencia (tomo V)

los asistentes el caso anterior. Muchos quedaron impresionados por su memoria. Pero es posible que esa memoria específica hubiera estado fa- vorecida por su afán de clasificar las observaciones como etapa prelimi- nar a la imaginación de hipótesis. Así procede la ciencia como lo señala- mos con anterioridad. JOHNS HOPKINS, DANIEL NATHANS: IMAGINACIÓN, HUMILDAD YHONRADEZ. Gracias a una beca de la Fundación Rockefeller tuve la oportunidad de trabajar en calidad de "postdoctoral Fellow" en el laboratorio de Da- niel Nathans en la Sección de Genética Bioquímica del Departamento de Microbiología en la escuela de medicina de la Universidad de Johns Hopkins. Desde poco antes de mi llegada Nathans era Director de dicha sección y su único miembro. Yo llegué a ser el segundo. Para mí fue una suene haber seguido, ya graduado de médico, cursos básicos en diversas escuelas universitarias de Chile con el objeto de capacitarme mejor para una carrera de investigador en las ciencias biomédicas. La fundación e nvió a Chile a uno de sus funcionarios para e ntrevistar (en inglés) a candida- tos a becas. En base a la entrevista el funcionario, un tal Dr. Watson, consideró que yo estaba en condiciones de ir directamente a una institu- ción como Hopkins sin verme obligado a entrenarme en conocimientos básicos e n Estados Unidos tomando cursos equivalentes a los de Chile. Una vez enjohns Hopkins me impresionó mucho la humildad de estu- diantes y docentes frente al conocimiento en general. En las conferencias y seminarios escuchaba con mucha frecuencia la frase "no entiendo" entre los oyentes y la frase "no sé" e ntre los expositores. El espectro socrático afloraba e n e l siglo veinte. Nathans, en armonía con esa atmósfera, era un individuo tímido que incluso se ruborizaba cuando le correspondía hablar ante un público masivo. Aparentemente de trato frío, era en la profundidad un ser de muy buenas intenciones humanas, que incluso se preocupó positi- vamente por problemas personales que yo pude afortunadamente resolver. Yo disfruté también de su humor sutil, elegante y original. Nathans me propuso que me dedicara a explicar, en términos quími- cos, cómo un antibiótico del tipo de la tetraciclina inhibe el crecimiento de ciertas bacterias. Según investigación previa , este antibiótico impedía la síntesis d e proteínas en las bacterias, pero tal información era muy poco específica e incompleta. Para afinar el mecanismo de acción del antibiótico se me ocurrió una idea que permitía distinguir experimental- mente entre dos tipos de reacciones que ocurren sucesivame nte durante la génesis de una proteína. Los experimentos que realicé aplicando la idea permiti e ron demostrar que la tetraciclina inhibe la primera reac- ción sin inhibir la segunda. Este hallazgo ayudó posteriormente al estu- dio d e la formación de proteínas a partir de sus unidades moleculares, los aminoácidos, e n una maquinaria o fábrica molecula r compuesta de 182

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