Huella y presencia (tomo V)
HL'ELI.A Y l'IU-~ ~F.NC.JA V en cuyo caso serviría para refutarla. Debe concebirse el mayor número de posibles intentos para establecer la falsedad de la teoría; este es el esfuerzo genuino, riguroso de probar una teoría. Una teoría que no es probable (o refutable) no debe considerarse científica. La ciencia progresaría como re- sultado de este juego entre la proposición teórica (conjetura) y sus intentos, exitosos o no, de refutación. (Véase Popper, Karl, Conjectures and Refutations, New York, Basic Books, 1962). De acuerdo con posibles consecuencias de las doctrinas de los tres pen- sadores mencionados podemos decir que mediante el análisis lógico de la ciencia es posible afirmar y aclarar algo que no es reconocido intuitivamente por muchos, incluyendo a científicos experimentales: las obsérvaciones y las generalizaciones derivadas de éstas sugieren teorías o hipótesis de las cuales se pueden inferir o deducir lógicamente, ya sea las observaciones o genera- lizaciones originales, como muchas otras nuevas que se pueden probar ex- perimentalmente. El caso inverso, inferir hipótesis de observaciones no es correcto desde el punto de vista estrictamente lógico. El científico imagina, inventa, postula un sistema teórico o hipótesis. Es un producto imaginativp, pero no arbitrario, como se desprende de lo que dijo Popper. La posibilidad de destrucción de la hipótesis fue reconocida por Albert Einstein, el teórico "par excellence" del siglo veinte, al decir que "el experimento es el árbitro final". Esto nos enseúa que hay que demostrar humildad desde el momento inicial de la concepción de una hipótesis. Einstein estuvo dispuesto a acep- tar una posible derrota suya que fuera ocasionada por una refutación expe- rimental de su teoría general de la relatividad. Gracias a la imaginación ex- petimental de Sir Arthur Eddington, el memorable momento en que se puso a prueba su teoría llegó un día de eclipse solar en 1919, en que se observó la desviación de la luz proveniente de una estrella cuando ésta pasa- ba por la cercanía del sol. Esto estaba de acuerdo con su teoría, pero no se podía ni se debía haberlo anticipado como único resultado posible. El adoptar una actitud humilde ante las limitaciones de nuestras hipótesis nos protege de caer en la charlatanería y la metafísica, es decir, nos protege de alejarnos de la ciencia misma. Muchos científicos contemporáneos, entre los cuales se encuentran in- cluso representantes de la era postgenómica actual, tácitamente ejercen su juicio inquisidor e interpretativo observando los preceptos fundamentales de esta tríada de pensadores seculares: Sócrates-Descartes-Popper. Podría- mos indicar que los tres sostienen, como rasgos comunes de sus doctrinas, principios de humildad, reconocimiento de lo elusivo del conocimiento de la realidad externa y la necesidad de adherir a un escepticismo inicial de duda en la interpretación teórica de la naturaleza. HERNÁJ"I ALESSANDRI RODRÍGUEZ. EL MÉTODO CIENTÍFICO EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA. Tuve la suerte de ser alumno de este destacado profesor de medicina 180
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