Huella y presencia (tomo V)
En 1981 empecé mi formación como n efróloga pediátrica bajo el a le ro de Colomba Norero, en ese momento a cargo de Nefrología pediátrica y luego a cargo del departamento de pediatría. Fueron a11os entretenidos, desafiantes, cansadores pero llenos d e vida porque intentar seguide el paso a la Dra. Norero era imposible (todavía debe se r) pero; ¡o se intentaba o se moría en e l intento! Fue ron años estimulantes que aún añoro desde muy dentro de mi alma. Mi marido nació en Alemania de padres polacos, prisioneros de los alema- nes en la segunda guerra, quienes frente a la posibilidad de un gobierno de izquierda decidieron emigrar nuevamente y se vinieron a Australia. Mi ma1ido se quedó en Chile, solo. Se casó conmigo y abrigó la esperanza que en algún momento los viniera a ver. Así fue en 1982. Venir a Australia yque mi marido se enamorara de este país fue una sola cosa. Yempezó el drama. ¿Por qué no nos vamos? Tú podrías trab,tjar menos, etc. Finalmente un día dije: bueno, presen- ta los papeles y ve como te va... , y aquí estoy 17 años más tarde. Al principio fue una prueba de dos años en los que yo estudiaría fisio lo- gía renal para volver a Chile y hacer una carrera universitaria. El prime r a110 fue MUYduro, aprendiendo inglés con tres cursos simultáneamente, mane- jando una casa sin ayuda, atendie ndo re uniones de padres y apoderados sin entender mucho, descubriendo que la ·ropa de color se lava aparte d e la ropa blanca si uno quiere evitar desastres, y cocinando. Una experiencia total y completamente nueva para mí. Al final d e ese año pasé mi examen de inglés con una B. La A se rese1va para los que hablan la lengua como lengua materna, por lo que no estaba tan mal. En ese año trabaj é en muchas cosas no relacionadas con medicina y añoraba irme de vuelta. Cuando ya pude trabajar en a lgo relacionado con investigación, lo hice en e l tema renal y me entusiasmé, por lo tanto fue difícil decir que no, cuando me ofrecieron extender mi contrato por o tros 6 meses. Ese fue e l momento que cambió toda mi vida. Mi fami lia que r ía que- darse y yo me quería devolver, entonces propuse que si pasaba el examen de médico nos quedábamos y si no lo pasaba nos íbamos todos. Estaba segura de fallarlo porque sabía que era difícil , abarcaba toda la carrera y no iba a tener tiempo de estudiar. Me equivoqué, me costó un infarto pero lo pasé a la primera, lo mismo que el práctico. No conté con que venía de una muy buena formac ión uni- versitaria y que tengo un espíritu competitivo. Además gocé estudiando de adulta y encontrándole el sentido a las cosas. Después de este examen trabajé en un hospital por dos años como resi- dente y luego decidí ser un buen médico de familia, así es que estudié otros tres años para ser Fellow of the Australian College of General Practitioners. Trabajo en mi consulta, no voy al hospital, salvo a reuniones clínicas que me interesan, recibo alumnos de medicina de 5 2 año en mi consulta para que les enseñe lo que significa ser GP, y hago mucha medicina de la mujer y pediatría. Como médico, me siento más completa, creo que tengo una vi- 161
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