Huella y presencia (tomo V)
DR. GUILLERMO c. BLEST das a las enfermedades. El gobierno ha dispuesto sabiamente que la Farma- cia forma desde ahora una parte indispensable en el estudio de los que quieran dedicarse al importante cargo de administrar el socorro médico, y esta bien concebida disposición se conforma con la práctica, en esta particu- lar, con la de los mejores colegios de Europa. Estos son los ramos más importantes de nuestra profesión; son miem- bros inseparables de un mismo cuerpo y es preciso que sean estudiados se- gún esta íntima relación; reunidos así en nuestro entendimiento forman una antorcha que nos alumbra en los obscuros y tortuosos secretos de la naturaleza, y que nos habilita para mostrar con facilidad el sitio y descubrir con prontitud la causa de las dolencias humanas. Sin un conocimiento exac- to de estos ramos es imposible que podamos trabajar con acierto, es imposi- ble que podamos ser útiles al público y adornos de la facultad, es imposible que seamos distinguidos de esos hombres sin educación, sin principios y sin pudor, que aumentan sus fortunas devorando sin conciencia los intereses y exponiendo la existencia de sus semejantes. Cujusque morbi, dice Galeno, tantamagnitudoestquantumanaturaJistaturecedit;quantumverorecedatissolus novit, quinaturalemhabitumadamussium tenuerit Habiendo dado este bosquejo de estudios en general que se va a estable- cer, procederé ahora a imponer a ustedes en la materia que me correspon- de como catedrático de Medicina, y esta es la enseñanza de los principios que deben guiarnos en la aplicación de los medicamentos a las dolencias del hombre. La Medicina puede ser definida como la ciencia que enseña a descubrir, distinguir, prevenir y curar las enfermedades del cuerpo humano. La dividiremos en dos puntos. El uno es titulado la teoría y práctica de Me- dicina, el otro, la Materia médica. De esta última trataremos después. La teoría o principios de la Medicina consisten en ciertas reglas generales legí- timamente deducidas de la observación, no solamente de los síntomas du- rante la vida y de los fenómenos mórbidos descubiertos por la disección, sino también de los efectos de los medicamentos bajo las diversas circuns- tancias de su administración. La práctica de la Medicina es la aplicación de estas reglas a la curación de las enfermedades. La voz enfermedad, tomada en su sentido literal; significa la ausencia de salud o cualquiera mudanza no natural que suceda en alguno de los elementos que entran en la composi- ción del sistema fisico o moral del hombre; o se puede llamar "una imper- fecta o desarreglada acción de una o más de las funciones del cuerpo". La mayor parte de los autores que han escrito sistemas de Medicina, divide las enfermedades en clases, órdenes, géneros y especies, pero en obsequio de la verdad y de la franqueza con que debo ofrecer mis opiniones a ustedes, me veo obligado a confesar que no he visto todavía algún sistema nosológico que pueda recomendar exclusivamente a su atención y adopción. Todos ellos son como muchas otras cosas del arte, sumamente ingeniosas y hermo- 17
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