Huella y presencia (tomo V)

HUEI.I.A Y PRESE:SCIA V de Medicina de la Facultad. Desde entonces, e n 1954, y hasta más allá de los acontecimientos universitarios que termina ron con la Cátedra C de Medici na, nunca dejé de pertenecer al gru- po del Dr. Valdivieso. El creó este grupo al que transmitió su ex- traordinario talento, su experiencia clín ica y sus conocimientos de terapéutica. Pero, sobre todo, ' estimuló a sus ayudantes a crear para poder e n- ' , sei'iar, mo tivador incansable det uso del pensa- miento científico en la solución de los proble- mas clínicos. Gonzá lo Sepú lveda, Vicente Contr eras, Héctor Orrego, Federico Philippi , encabezaron D1: 'oroe litva.k J' o en su Cátedra grupos de especialidades que han proyectado hasta hoy día su creatividad. Personalmente fui un gran afortunado. El D1·. Valdivieso sabía del valor que la endocrinología iría adquiriendo en la explicación de tantas incógn itas de la medicina. Consiguió que fue ra primero a formarme con Arturo A.tria, al Hospital del Salvador, y luego con Fuller Albright y John Stanbury a la Universidad de Harvard. Así inicie mi largo recorrido por la endocrinología. Aunque de gran bondad, don Ramón a veces se enoj aba. Tenía poca tolerancia con la mediocridad y con la irresponsabilidad, y a veces tambi én con cosas menores. Interrogado Unamuno acerca de cuáles eran los escri to- res franceses que prefería, contestó: "Me gusta Lamennais, León Bloy, J ean J acques Rousseau; me gusta Flaubert. No me gusta Anatole France. Y a1i.a- dió: 1 o sabe indignarse". La Endocrinología me dio muchas satisfacciones. La experiencia adqui- rida con Albright en Boston me permitió desarrollar una línea de investiga- ción sob1·e metabolismo d el calcio y del hueso, que se mantiene activa hasta hoy en el Hospital Clínico. Fuimos pioneros y establecimos un liderazgo en América Latina en este campo,junto con Roberto Soto y Gunter Fromm, de Argen tina. Una publicación nuestra en el American Jou rna l of Medicine, e n 1967, demostró por primera vez que la Osteomalacia Hipoposfémica d el adul to puede ser tratada sólo con fosfatos por vía oral, sin n ecesidad de las megadosis de vitamina D. Este apo rte al conocimiento d e las enfermedades metabólicas del hueso se sigue citando en los trabajos que se publican sobre este tema e n la literatura mundial. Decenas d e publi caciones en revistas nacionales y extranje ras son la mejor demostración de la calidad del grupo de Endocrinología que logré formar, paula tinamente, con Renee Armendaris, Í1 a lo Zanzi, Hugo Pumarino, J orge Riesco, para nombra r sólo a los prime- ros. Formarnos tambi én becarios extranjeros de Centro América, Bolivia y Ecuador. Al poco ti empo logramos crea r tambié n e l Laboratorio de Radioisótopos del Hosp ital Clínico, donde además de las técnicas de diag- 140

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