Huella y presencia (tomo V)

Hl' El.L~ Y l'RF$ENCIA V EL SENTIDO DE FAMILIA Ejemplo del espíritu de comunidad, a que aludíamos al comienzo, es el hecho de que en la Facultad han u-abajado familias enteras, u-asmitiéndose de padres a hijos los valores que en ella se viven. Mencionaremos, entre otrns, a los Ruiz cuya u-adición se inicia en 1960 con la llegada de Egidio Ruiz, hoyjubilado, y a quien siguieron Ramón, Luis, Rolando y Sebastián. De Rolando, actualmen- te, hay trabajando dos de sus hijos: Ximena yAlejandro, ydos sobrinos: Rolando y Paola. Ou-a es la familia CancinoBravo, cuyos representantes han sidoArsenio ( 1968) , Guido (1973) y Ma1io (1979). Otros dos familiares se desempfñan actualmen- te en el Campus Occidente. La familia Gonuílez Tobar es una de las más representadas en la Facultad ya que lleva muchos años u-abajando en ella: Víctor González Tobar (34 años), Arturo González Tobar (hoy jubilado), Hernán González Tobar (18 años), Juan GonzálezTobar (14años) Marco GonzálezTobar (14 años), Marco González Díaz (8 años), Oswald González Godoy (7 años), Diego González Godoy (4 años) y Osear González Ternisier (4 años). Debemos mencionar que Víctor y Arturo llegaron cuando se construía la actual Facultad alrededor de 1969, sien- do contratados después como funcionarios. Hernán ingresó años más tarde. La u-ayectoria de los funcionados ha ido acorde con los tiempos; partiendo como un grupo disperso, forman actualmente un conjunto consolidado, y ade- más una asociación gremial que, en un comienzo, según palabras de uno de sus máximos di1igentes, Carlos Abarca, "tenía como objetivo tener una instancia que nos fuera propia y que nos representarn ante el Decano y los diferentes jefes de servicio." 1 Hoy el grupo tiene un lugar como interlocutor válido ante las auto1idades para resolver los problemas que les atañen. Si quisiérnmos describir con una palabra el ambiente que experimentamos en la Facultad, podríamos decir que es como el de una familia, creo que todos tenemos ese sentido de pertenencia que se vive cuando se forma parte de un gmpo humano unido por lazos afectivos que van más allá de una simple agm- pación labornl. Se percibe enu·e sus funcionados un reconocerse como miem- bros de una entidad que, en cierto modo, nos da la segmidad y el apoyo que habitualmente se recibe dentro del gmpo familiar, y que hace que en cualquier ocasión en que nos encontremos con alguien que u-abaja acá tengamos la re- confortante certeza de compartir un mismo otigen y un mismo fin. Han sido éstas algunas de las innumerables histo1ias que representan la de muchos otros que forman el estamento de los funcionarios y que, silenciosa- mente, conuibuyen día a día a la tarea común de la Facultad. En ellas creemos ver reflejadas cualidades que quisiérnmos se mantuvieran así por muchos años más; si fuern posible, hasta que se cumplan 170 años más de esta Facultad. ' Fuller A.: Huella y Presencia III. Ed. Salesianos S.A. Sa111iago, 2001 pp. 194 132

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