Huella y presencia (tomo V)
MARÍA I sAB1-:1. s~11TH A. Goddard y Truffaut. Hacían de todo: pegaban afiches, controlaban las en- tradas, proyectaban las películas, y lo más difícil, debían concertar entrevis- tas y firmar documentos en las instituciones que les facilitaban el material, el cual, por supuesto, iban a buscar y a dejar ellos mismos. Pese a todos estos esfuerzos reconoce que "la asistencia a estos eventos fue mezquina aunque nos preocupamos de hacer la publicidad y todo. No sé por qué pero siem- pre en la Facultad cu esta mucho atraer público para que asista a las activida- des que aquí se desarrollan, aunque sean gratuitas. Lo digo por experiencia propia ya que he montado una infinidad de actividades (cursos, talleres, cine, teatro) y siempre la asistencia es poca para el flujo de gente q ue se mueve dentro de nuestra Facultad considerando los tres estamentos y el Hospital. " Pese a todo continuaron y trabajaron juntos 1 con e l CES durante un tiempo ya que los alumnos financiaban los costos de arriendo de la proyectora y e l pago del operador. Ello le permitió funcionar por 2 a 3 años incorporando material de la Cinemateca de la Universidad de Chile donde David era conocido ya que h abía participado en la realización de un documental. Allí le facilitaron películas d e Ch aplin , Bergman, B. Keaton, Goddard y De Sica, verdaderas j oyas del cine. Fue tal su éxito que llegaron a hacer hasta 2 ciclos de cine cada año. Ilustra muy bien la falta de colaboradores en su tarea la ·siguiente anécdota que recuerda con simpatía. Dice que como más de alguna vez hubo problemas con la proyectora tuvo la precaución de tener otra de repuesto, "pero cierta vez en que se exhibía una película de suspenso super buena y la gente estaba muy compenetrada en la película, colapsaron las dos proyectoras por lo cual no pudimos ver e l final y quedamos intrigados con el desenlace. Este h echo quedó en el inconsciente del público porque nos hacían bro- mas al respecto y nos preguntaban cuándo la repetiríamos para saber e l final , lo cual por diferentes razones nunca pudimos hacer y, por lo tanto, nunca supimos el final de aquel film. " Agrega finalmente: "Lamentablemente, como diría e l filósofo, 'nada es para siempre'. Los buenos tiempos empezaron a dejar de funcionar, la asistencia bajó y e l financiamiento se fue h aciendo cada vez más difícil de consegui r y, fundamentalmente, en mi opinión personal, influyó de- cididamente en e l término de este proyecto e l avance rápido y masivo que la tecnología adquirió e n la década de los noventa, con la televisión por cable, las salas modernas de ci ne , la proyección en Chile de películas recié n estrenadas e n Europa y EE.UU. y el sistema de a rriendo de pelícu- las. Sin embargo, creo sinceramente que fuimos un aporte cultural y de entretención para la comunidad universitaria de los años noventa, que cumplió su rol y que se hizo con mucho cariño y respeto por e l público que nos siguió durante ese tiempo." Termina su relato con e l reconocimiento "en forma muy afectuosa para dos personas fundamentales en el logro exitoso de este proyecto: la 129
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=