Huella y presencia (tomo V)

Hl' F.LIA Y l'RESE.l'-C:IA V TABI J\ N 2 4 DECÁLOGO DE LA BUENA PRÁCTICA MÉDICA El ejercicio profesional de un médico debe ser la expresión de su formación integral, en la que a sus valores éticos y morales se van agre- gando a lo largo de toda su vida, conocimientos, habilidades y destrezas que pone al servicio del paciente. Es la constancia entre sus valores éticos y morales, y su ejercicio profesio- nal, lo que le hace digno de tener la confianza de la sociedad y de sus pacientes. r Los pacientes deben poder confiar a los médicos su salud. Parajusti- ficar esa confianza, yo, como profesional, tengo el sagrado deber de mantener un buen nivel de conocimientos y práctica, mostrando en todo momento el máximo respeto por la dignidad y la vida humana . Como médico debo cumplir especialmente con el siguiente decálogo: o Hacer que la atención de mis pacientes sea mi principal preocupa- ción; tratando a cada uno de ellos con gentileza y consideración; · o Respetar la dignidad y privacidad de mis pacientes, escuchando sus puntos de vista; o Entregar a mis pacientes información oportuna, clara y precisa, de manera que ellos puedan entender y decidir; o Respetar el derecho de mis pacientes a participar de las decisiones que tengan relación con su salud; o Considerar a cada uno de mis pacientes como seres únicos, integra- les, sin hacer diferencias por consideraciones económicas, raciales, políticas o religiosas; o Asegurarme que mis creencias personales no perjudiquen la aten- ción de mis pacientes; o Ser honesto y confiable, respetando y protegiendo la información confidencial de mis pacientes y colegas; o Mantener mis conocimientos y práctica al día, reconociendo los lí- mites de mi competencia profesional y, si tengo buenas razones para estimar que no estoy en condiciones de atender a mis paciente, adop- tar todas las medidas necesarias en su resguardo; o Actuar rápida ydiligentemente para proteger a mis pacientes de riesgos; o No abusar de mi posición como médico, y trabajar con el máximo respeto y unidad con mis colegas, de manera de servir mejor a los intereses de mis pacientes. En todas estas materias, jamás debo disciiminar injustamente a mis pacientes o colegas y debo estar siempre preparado para justificar mis acciones ante ellos y la sociedad. ll2 Cou:c,o Mfo1c:o DE Ctt11.E A. G. 27 de mayo de 1999.

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