Huella y presencia (tomo IV)

HLIELIA Y l'R~~~E¡\;C:IA IV nificativo de la medicina, la administración y economía d el sistema. Final- mente, las necesidades de control de las enfermedades infecciosas transmi- sibles generaron el mejoramiento del Código Sanitario y la aparición de la Dirección General de Salubridad, conocida genéricamente como la sani- dad. C1wz-CoKE v1-:1;-.;n:Ai\ER0 En este panorama convulsionado de los años veinte, Eduardo Cruz-Coke Lassabe llega al mundo médico y social chileno. Nacido en el último año del siglo XIX-1899- el joven Cruz-Coke se recibe de médico en 1922. Ya desde antes, como estudiante de medicina, había formado parce d'el selecto grupo científico dirigido por el profesor Juan Noé. Por su reconocido talento la Facultad de Medicina lo designa Profesor Titular a los 26 años de edad, esto es en 1925. Hay coincidencia entre los eventos sociales que sacudían el país y el comienzo del trabajo profesional del Dr. Cruz-Coke. FoR~IACI()¡\; y E:S:RIQL'E<TvllE¡\;TO l'l•:RSO:S:AI. Para entender cabalmente las grandes iniciativas de Cruz-Coke en la medicina social no sólo se requiere entende1· el momento que vivía el país sino igualmente recordar características personales y biográficas de signifi- cado. Estaba dotado de un talento singular que recordaba por su universali- dad a los sabios renacentistas. Exu·emadamente inteligente, original, ilumi- nado como lo caricaturizaba la revista de humor político, Topaze, que exis- tía en esas décadas, era capaz de desarrollar paralelamente actividades di- versas, pern en definitiva coincidentes. Biólogo, médico, investigador, inte- resado en la sociología, la economía, la filosofía o la poesía, tenía además, la originalidad de los p1·ecursores y e l don de trasmitir sus ideas, que hacían de é l un profesor brillante y le pe1·mitían interesar a grupos variados, preferen- temente juveniles, respecto a los destinos del país. Para a lgunos que lo co- nocieron profundamente se trataba ade1mís de un verdade ro cristiano. Hacia 1930 via:ia a Europa lo que le permite conocer en su frente el pen- samiento de l mundo moderno. En los a110s postei-iores, en su faceta de médico clínico distinguido, destaca como J efe del Servicio de Medicina del Hospital San Juan de Dios y como DirecLOr Técnico del Instituto Sanitas, consecuencia esto último de sus intereses por las ciencias básicas. Su gran éxito clínico lo recuerdaJosé Donoso en libro recie nte; refiriéndose a una de sus tías "El Dr. Cruz-Coke era su pasión, era la p asión de todas las mL!ieres de su casa, sirvientes inclusive, a quienes nada agitaba tanto como que las auscultara". En 1937, el preside nte Arturo Alessandri Palma lo designa Mi- nistro de Salubridad, Asistencia y Previsión Social. Accede a esta responsabi- lidad con un rico acervo de conocimientos e intereses: ha realizado estudios de la realidad chilena, se interesa por la economía, es un médico cristiano, 70

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