Huella y presencia (tomo IV)

Hl'EI.I ; \ Y l'Rl•~~l•SCIA IV Para los oficios religiosos, tales como bautizos, matrimonios posparto y rara vez un velatorio, existía una pequeña y hermosa Capilla. La docencia teórica se impartía en un amplio auditorio con más de 100 butacas, en el muro frontal estaba pintado un gran cuadro que representa- ba a un hombre semivestido con pieles que tenía en sus manos a su hijo recién nacido, mostrándolo hacia el cielo y la madre semidesnuda, en acti- tud de dolor, debajo del cuadro estaba escrito lo siguiente: "Mujer, Madre y Enferma son tres títulos superiores a todas las grandezas humanas. Apren- ded a respetarlos", frase que siempre estará vigente tras el paso de los ai'ios. La planta médica estaba formada por e l Director; 2jefes de clínica, 1 de maüana, y 3 residentes, que además tenían funciones diurnas; 1 radiólogo y un médico laboratorista. 1 La planta de matronas la constituía la matrona jefe; 1 matrona jefe de turno y 3 en la sala de partos; la policlínica, el aislamiento y e l puerperio estaban a cargo de una matrona por sección: los turnos se dividían en maña- na, tarde, noche y 24 horas de descanso. Su primer Director fue el Doctor Carlos Monckeberg Bravo que estuvo 25 años a cargo del servicio, hasta 1952 fecha en que se retira, falleciendo dos años después. Actualmente ocupa esta construcción, el Hospital del Cáncer del Servi- cio Nacional de Salud, Doctor Caupolicán Pardo Correa. La historia de las instituciones está íntimamente ligada a las personas que en ellas actuaron y las dirigieron, imprimiéndoles su sello que marcará su paso como un recuerdo que perdura en el tiempo. De acuerdo a este concepto, daré a conocer la personalidad, atributos intelectuales y méritos científicos del Profesor Carlos Monckeberg Bravo y su decisiva yseñera influencia en la obstetricia, quien ha sido designado con justicia, el padre de la Obstetricia Chilena. Fue el primer director de la Maternidad San Vicente y profesor de la Cátedra de Obstetricia ya que ambos cargos se concentraban en una sola persona. Obtiene su título de médico a los 23 años y prontamente viaja a Europa a especializarse donde permanece por tres ai1os en Francia y Alemania, de regreso a nuestro país, se incorpora a la maternidad del Hospital Salvador cuyo jefe era el Profesor Caupolicán Pardo Correa. Todo esto acontecía en 1915, época en que el doctor Monckeberg de treinta años de edad, daba su examen para profesor extraordinario de Obs- tetricia de la Universidad de Chile el cual aprobó en forma brillante. En la misma época es nombrado Jefe de la Maternidad del Hospital del Salvador en donde crea, en 1918, una Escuela de Obstetricia para matronas y organi- za la asistencia de los partos domiciliarios como una manera de paliar la falta de camas en las maternidades de Santiago. En 1921, a los 36 años, postula para profesor titular de Obstetricia, sien- do aprobado por la unanimidad de sus pares de la Universidad de Chile; en 22

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