Huella y presencia (tomo IV)

hijas, a mis hermanos; mis sobrinas, mis sobrinos; a mis nueras y a mis yernos; mi familia. Tras las realizaciones y logros que con mucha humildad podemos exhi- bir, está el amor, el cariño, la comprensión de mi familia, sentimientos profundos que me nutren de fortaleza interior para enfrentar el quehacer cotidiano y las vicisitudes de dicho quehacer. Gracias por quererme y por facilitarme el camino de progreso y desarrollo profesional. Doy gracias a Dios por concederme vivir para recibir esta significativa condecoración y compartir este hermoso y maravilloso momento. No puedo terminar estas palabras sin expresar los pensamientos d e un poeta hindú que mucho adgliro que sintetizan valores y principios funda- mentales de la vida. "No pida yo nunca estar libre de peligros; sino denuedo para afrontarlos, no quiera yo que se apaguen mis dolores, sino que sepa dominarlos mi cora- zón. No busque yo amigos por el campo de batalla de la vida, sino más fuer- za en mí. No anhele yo con afán temeroso ser salvado, sino esperanza de conquistar paciente mi libertad, no sea yo tan cobarde señor, que quiera misericordia en mi triunfo, sino tu mano apretada en mi fracaso". 163

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=