Huella y presencia (tomo IV)
EL NACIMIENTO DEL HOSPITAL CLÍNICO DE LA UNIVERSIDAD Dr. Jaime Pérez-Olea Ai. PROMEDIAU El. s1c;w XIX, la actividad cultural se expandía a consecuencias del creciente tráfico marítimo, la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, la creación de la Universidad de Chile y la difusión del periodismo. En la arena política, e l ideario conservador, defensor del orden y la tradi- ción, comenzaba a ser impugnado por una corriente liberal y romántica, encandilada por el brillo de las letras europeas, la Historia de los Girondinos, de Lamartine, y la filosofía positivista de Augusto Comte. El mundo intelectual seguía con curiosidad las reyertas literarias, carga- das de crítica social yeducacional, en que interveníanJosé Victorino Lastarria, cultor del derecho político; Domingo Faustino Sarmiento, combativo perio- dista argentino, yJosé Joaquín Vallejo, costumbrista de pluma fina y pene- trante. En ocasiones se interponía don Andrés Bello, el Rector, más por haber sido aludido que por disposición espontánea. Su proverbial pondera- ción y mesura contrastaban con la rebeldía intransable del primero, el inge- nio agreste del gaucho y la ironía displicente y liviana de Jotabeche. En pintura, dominaban la escena Rugcndas, Monvoisin y Cicarelli. En música descollaba el dúo formado porJ osé Zapiola, autor de la partitura del Himno de Yungay, e Isidora Zegers. Ambos impulsaron la creación del Con- servatorio Nacional en 1851. En ciencias destacaban tres sabios de categoría universal: el botánico francés Claudio Gay, fundador del Museo de Historia Natural y autor de la Historia Física y Política de Chile, monumental obra en 28 tomos; el geólogo, mineralogista y químico polaco Ignacio Domeyko, que ejerció funciones de "delegado universitario", y el naturalista y zoólogo alemán Rodulfo Amando Phillippi. En medicina pululaban aficionados y curanderos que comenzaban a ser desplazados por médicos europeos, algunos de los cuales darían el sustento científico a la primitiva Escuela creada en 1833. El origen y la habilitación de la Escuela fueron modestos, pero debe tenerse presente que en aquella época la disección de cadáveres constituía casi una afrenta para una sociedad tradicionalista y de profundas conviccio- nes religiosas. El local estaba situado en la calle San Francisco, a los pies del Hospital SanJuan de Dios. Un extenso patio servía de caballeriza y colinda- 17
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