Huella y presencia (tomo IV)
dad sea e l espejo d e la cul tura del país, e l faro siempre encendido para los sabios de espíritu, para que los que la observan desde lejos encuen tren en ella la luz de esperanza, del conocimiento y de la sabiduría. Hablar de la cultura interna de la Universidad es hablar de las personas, de sus emociones y sensaciones, de sus comportamientos, de sus actos y acútudes y de la forma en que la coajunción d e esas cualidades humanas se desarrollan en la Universidad. Las características de identidad, unidad, inte- gridad, permanencia y estabilidad en cada persona han sido la base para una comunión entre individuos e insútució n . Sin perder su iden tidad, am- bos se han brindado mutuamente: las personas aportando su trabajo y la Universidad brindado un espacio para el crecimiento personal.Juntos, pa ra influir en la educación superior teniendo como único norte e l país y su gente. Tiene una cultura propia, reconocida públicamente, que la distingue de otras insútuciones, que se ha formado con el concurso de las personas que la integran y que demuestra cómo aportan las personas a la noble causa de la educación. Consecuentemente, e l carácter y temperamemo de cada persona provo- ca el que existan pe rsonalidades diferen tes y que cada individuo sea único, lo que se refleja en comportamientos y conductas que iden tifican a cada cual según la percepción, las sensaciones)' las atribuciones que las personas tienen d e su ambiente. Esto no es menor cuando los com.portamientos ocurren en una organiza- ción que úene predefinido un conjunto de normas y esuindares de rendimien- to, lo que implica, desde el pumo de vista burocrático, competencias laborales afines para que las personas desarrollen conductas y comportamientos que en ocasiones se enfrentan a las opciones de vicia de cada individuo y, más que eso, a valores, sentimientos y emocio nes personales, produciéndose un conflicto que se resuelve según el equilibrio emocional de cada cual. No hay una sola repuesta para interpre ta r las estrategias, estructuras y sistemas en el campo laboral, a pesar del constante esfue rzo de los adminis- u·adores por lograr que así sea, por cuanto esto pasa por la interpretación que hacen las pe rsonas d e esos factores y por la percepción de cada cual respecto a las competencias de un puesto de trabajo. Distintos medios, en- tre otros la capacitación, la supervisión d irecta, buscan estandarizar com- portamientos en relación con procesos de trabajo, sin embargo esto no siem- pre se logra plenamente porque el comportamiento está suje to a variables de personalidad y de factores relacionados con las condicio nes ambientales de trabajo y la labor misma. Por esa razón, se conside ra que una forma de logra r que las personas actúen e n con cordancia con los intereses institucionales pasa, necesariamente , po r una preocupación constante por los aspectos relacionados con la personalidad, los sentimientos y las emocio- nes, es decir por considerar a la persona como una totalidad organizada capaz de generar respuestas a los estímulos que las organizaciones incorpo- ran en sus políticas y procedimientos de pe rsonal. 143
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