Huella y presencia (tomo IV)
PROF. LL' IS A. R1vrnos no podría eximirse e l servicio médico de una compensación que reflej e el valor de la misma para la pe rsona, tampoco es correcto excluir de esa rela- ción una dimen sión humana que es indispensable para mejores resultados, pero sobre todo indispensable para man tener la formación y el desempeño profesional en e l marco de esa gran u-adición que generó respeto y ejemplo pa ra muchos. Volver al humanismo en Medici na resulta importante no sólo para la formación médica en sí, sino también considerando los efectos que esto ha de ~¡ercer en otros ámbitos de la sociedad y d e nuesu·a educación. Mucha discusió n ha pe rmitido poner en práctica un conjunto de innova- ciones en esta dirección. Ha sido un propósito central en el caso de la Un iversidad d e Chile, donde el esfuerzo formativo gira decididamente a esta gran inspiració n humanista, y de un médico que vuelve a enfocar a su paciente como pa rte de un grupo -la familia- con e l que debe dialogar y al cual d ebe responde r. Este cambio ha de reforzarse aún más en la medida en que progrese una fo rmació n general más transversal, que permita a llegar a la formación médica la inspiración de las disciplinas sociales y humanistas, como un elemento formativo fundamental. En cualquier caso, la formación médica está dando lugar al camino de ej emplo que reque rimos en educa- ción, en términos generales, para poder reorientar los esfuerzos que desde muchas áreas se hacen para e ncauzar adecuadamente un desarrollo huma- no, que fortalezca el p rincipio de la persona como e l obj eto final de los esfuerzos por mejorar la calidad de vida. 139
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