Huella y presencia (tomo IV)
Hl' EI.I A Y l'RESE:SCIA IV NU~'iTRA DEFICITARIA EDL!CACIÚ:S Cuestiones como la solidaridad, el respeto por los demás y e l medio ambiente, la primacia de normas adecuadas ele convivencia, etc., pasan a segundo plano por el enorme énfasis que hoy día po n emos en la compe- tencia y e l logro del objetivo individualista y material. En esto algo hay de nuestra propia educación, la cual fomenta valores secundarios y poco de aquellos que tienen que ver con la concepción más trascendente d e la persona. Una crítica a nuestra educación, por ej emplo, es su escasa pro- fundidad en mate ria valórica, su poco significativo desempeño en cuan- to a crear un sentido d e respeto en las re laciones humanas y cívicas. Tenemos, como producto d e e llo, una juventud extremadamente dispo- nible para e l mensaje materialista, para la creación de ambiciones de progreso -y como medida del "éxito" en la vida- basad o preponde- rantemente e n el conseguir metas materiales. Esta predisposició n causa- da por una sociedad cuya educación y vida en familia pondera tan enfáti- camente el logro material, se ve profundizada -quizás "empeorada" sería un término más apropiado- por los actuales medios comunicacionales que nos pone n como ideal de vicia, en fo rma diaria y e n e l seno d e nues- tros hogares, los estándares de vida d esa rrollados y, e n gran medida, los propios valores de la sociedad desarrollada. U :SA SOCIEDAD CORTOl'L\CISTA Los efectos de esta tendencia son muchos. La mayoría se re fleja en la esfera social, y tienen que ver con el tipo ele valo ración que se da a los distintos asp ectos o manifestaciones d e la vida en sociedad. El "valer po r lo que tie n es y no por lo que e res·· refleja e n gran medida el problema que se h a gen erado, y que pone d e lado otros valores importantes para una sociedad e n tránsito social y económico, como son la solidaridad, el respeto por los demás y por los mínimos balances ambientales. Pero también se producen estas anomalías en el campo económico, donde e l aspecto dis tributivo pierde impo rtancia, ya que la ganancia y el logro de cada uno se ve como estrictamente opuesto al de los demás. Con esto se pierden o lesionan aspectos impo rtantes d e la vida e n sociedad , que son a su vez factores de gravitación en el campo económico , como la estabili- dad social reque rida para el propio crecimi ento económico. Es decir, la sociedad ma terialista es una que e nfatiza fue rteme n te el corto plazo, y descuida los factores más determinantes del la rgo plazo, como son el ahorro, la inve rsión , la distribución y el propio crecimie n to . Es por ell o que el egoísmo, e l individualismo y e l materialismo - con ceptos diversos que se unen fatídi camente en el devenir de nuesLra sociedad actual- constituyen factores que acentúa n las fuerzas que retarda n el progreso. 136
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