Huella y presencia (tomo IV)

Hl 1 ELIA Y l'RI\SE:S:CIA IV ante el Centro de Alumnos de la Escuela de Bellas Artes, la necesidad de una ampolleta en la sala de clases o hablar en público junto a Camilo Mori, no era difícil adivinar que en el futuro asumiera responsabilidades en la vida política. Después de casarme, recibirme, trabajar en Psicosomática e iniciar mi vida académica, empecé a colaborar con la Falange Nacional, más adelante, Partido Demócrata Cristiano. Fui Consejera Nacional durante va- rios ai 'i.os -siendo la única mujer entre destacados e inteligentes varones- y recorrí gran parte del país, acompañando y hablando a nombre de las muje- res en la campaña del ex Presidente Freí Montalva. De interés para mi vida académica fue la organización del 1'"' Congre- so Nacional de Artistas e Intelectuales, en el cual participaron muchos de los más destacados de nuestro país. Las primeras reuniones fueron en la sede del actual teatro ICTUS. Entre los adherentes y posteriores inte- grantes de la Comisión de Cultura designada por el Presidente Freí, estu- vieron Claudio di Girólamo, Juan Gómez Millas (Ministro de Educación durante dicho gobierno y Rector de la Universidad de Chile),Jorge Mi- llas (Presidente de la Comisión de Cultura de ese gobierno), los compo- sitores Domingo Santa Cruz y Alfonso Letelier, el académico de Artes Plásticas Jorge Elliot, el dramaturgo Sergio Vodanovic, el poeta Arman- do Uribe, el historiador de arte Alberto Pérez, el cineasta Patricio Kaulen. Asumí el cargo de Secretaria General y el poeta Julio Barrenechea, la Presidencia (Fig. 2). Mi conocimiento de los artistas había estado ligada durante años a Alfonso Leng, Pablo Neruda, Manuel Rojas, Roberto Pa- rada, María Maluenda, González Vera. La madrina de mi hijo mayor era amiga de muchos intelectuales chilenos, comadre de Pedro de la Barra y benefactora venezolana de la Universidad, por sus donaciones para la construcción de la primera Escuela de Periodismo en los años 50 y otros aportes al Teatro de la Universidad de Chile. Entre las conclusiones del Congreso hay una que quiero destacar: la iniciativa de crear CONICYr, aporte de la Comisión de Ciencias de ese Congreso, cuyo relator fue Víctor Jadresic. El informe preliminar expre- saba: Proponemos, sin pe1juicio para la investigación científica que actual- mente desarrollan las universidades y otras instituciones, la creación de un organismo ejecutivo de alto nivel, que tenga a su cargo la tuición superior en la promoción, desarrollo y aplicaciones del saber científico en la nueva sociedad, como asimismo, la obtención de los fondos y re- cursos necesarios parn ello, en estrecha relación con la política general de desarrollo y bienestar que aspiramos realizar. Proponemos también la creación de un gran Consejo Nacional de Fomento de la Investiga- ción Científica y Técnica, que estaría constituido por personalidades representativas de las ciencias y humanidades y cuyas funciones serían las de asesorar técnicamente al anterior, señalar las prioridades en la 120

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