Huella y presencia (tomo IV)

PROF. Mrní MARINOVIC ZIATAR sas láminas de Ricardo Latcham sobre arte precolombino), los Museos, asis- tía a confe rencias de Castedo, el Padre Le Paige, recurría al Servicio Foto- gráfico de la Universidad de Chile buscando material y trabajaba todos los fines de semana preparando las clases del día lunes. Fueron cuatro años dedicados a hacer docencia a los alumnos del 5 9 año de Pedagogía en Histo- ria y en Artes Plásticas. Recuerdo que el Dr. Rigoberto Iglesias, que trabajara con el Dr. Alejandro Lipschutz en el campo de la tumorogénesis experimen- tal, me regaló una diapositivas enmarcadas en metal, que aún conservo, de los petroglifos de Taira fotografiados por él en una de sus visitas a esa zona, muy poco conocidos en aquel tiempo. Algunos de mis mejores alumnos fueron Milan Ivelic, director del Museo de Bellas Artes, Carlos González, investigador en estética precolombina, y Luis Hernán Errázuriz, destacado educador, doctorado en la Universidad de Londres. Los cuau·o años dedicados a estas mateiias me sitvieron muchísimo para aplicar mi especialización en Psicología del Arte o de las Artes al estudio de la realidad nacional. Me permitió combinar la teoría con la práctica. Mi labor del Hospital era una aplicación de esta nueva disciplina cuyos comienzos datan de 1878 con la publicación del "Tratado de Estética" de Fechner, considerado igual- mente uno de los fundadores de la psicología experimental. Desde los 23 años dediqué parte de mi labor a lo que sería el Instituto de Estética, que contribuí a fundar en 1971. Nuevamente mi trabajo se vincula a mi vida privada. Mi esposo, profesor de psiquiatría de la Universidad de Chile, también participó como académico en relación a las artes y uno de mis hijos, también médico-psiquiatra, publicó en la Revista de Investigacio- nes Estéticas su primer artículo. El Insti tuto de Estética fue el primer centro universitario en Chile dedi- cado a la investigación en artes y se caracterizó desde sus comienzos por reconocer la necesidad del estudio interdisciplinario de las artes. Así fue como se estructuró de acuerdo a tres perspectivas: estético-crítica; histórica; y psicológico social. En 1969 pasé a ser J cfa de la Sección de Psicología y Sociología del Arte y, más adelante, Directora del Departamento del mismo nombre. Propusimos como línea de investigación "Situación y perspectiva del arte en la cultura chilena", que obtuvo el prime r lugar en el concurso de proyectos de investigación a que convocó la Universidad. Con ella se inició un ciclo muy provechoso que dio por resultado las publicaciones de Milan Ivelic y Gaspar Galaz sobre arte chileno, los trabajos sobre arte tradicional de Fidel Sepúlveda y el libro Sicología del Chileno. Estudio exploratorio de la personalidad nacional realizado a travrs del arte, que publicamos en conjunto con mi esposo en 1978, resultado ele la investigación del mismo nombre. Este libro se agotó rápidamente y nunca sacamos una segunda edición. Re- cibió muy buenas críticas de Alone, Hernán del Solar y varios otros especia- listas. Obtuvo Premio Municipal de Literatura y pasó a ser un clásico en las investigaciones sobre identidad chilena, pionero en la investigación de ín- dole científica de este tema en nuestro país. 117

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