Huella y presencia (tomo IV)
PROF. MIMÍ MARJ:-;OVIC ZIATAR psicoprofiláctico, llegó el momento de poner a prueba n uestras p ropues- tas en el nacimiento de mi cuarto hijo. Felizmenle el parto fue todo un éxito, dado mi enlusiasmo por tenerlo, mi afán por hacer bien las cosas y haber practicado lo que a las olras embarazad as les enseñábamos. Al Dr. Tisné sólo le correspondió supervigilar el proceso, po r si era n ecesaria su intervención más directa. Salvador Candiani, médico y músico, fallecido prematuramente en 1969 a los 52 años, cuando componía su ópera inconclusa sobre La Quintrala, jugó un importante pape l en e l inicio del psicodrama en Chile. Cuando ingresó al Servicio, alrededor de 1957, nos reunimos para diseñar e l tipo de expresión artística que incorporaríamos en psicolerapia de grupo. Dudába- mos entre Musicoterapia y Psicodrama. Nos decidimos por el último. Des- pués de prepararnos en las lecturas de]. L. Moreno, su iniciador,"decidimos adaptar el método a las necesidades de nuestros pacientes. Su esposa, la Dra. Marta Loyola, quien lo había conocido como alumna de Medicina, lo acompañaba en sus esfue rzos y logros, como en su interés po r la música. Ejerció como director de escena en el grupo de psicodrama que yo integra- ba como ca-terapeuta hasta su mue rte, correspondiéndome continuar su tarea hasta 1980, fecha de mi retiro. Su talento creativo nos hizo d esarrollar diferentes técnicas que p resentamos a Congresos de Psicoanálisis y Psicote- rapia de Grupo. Colaboré con él en las cáledras de Psicoanálisis y Medicina Psicosomática, a su cargo en la carrera de Psicología de la Universidad Cató- lica. Fuera de las horas de trabajo nos reuníamos a hacer música, tocar el piano y cantar, donde su talento artístico y su buen humor lo hacían inolvi- dable en su desempeño d e dive rsos roles ope rálicos. Dos comentarios sobre e l psicodrama. Se me ofreció habilitar un teatro que se adaptara a las necesidades de la lécnica psicodramática en el Hospi- tal Psiquiátrico. Mientras reflexio naba sob re la propuesla y lo difícil que me sería dejar el Servicio de Psicosomática, falleció el generoso médico que comprendió la importancia de ofrecer nuevas posibilidades terapéu ticas a los pacientes. La segunda, se refiere a la visita de Pedro de la Barra al Servi- cio y sus opiniones positivas al observar una sesión de psicodrama que lo impresionó, porque dudó si la actuación que presenciaba era ficción o rea- lidad. Varios de los médicos y o tros profesionales fueron personas conocidas por sus acciones en o tras áreas d el quehacer nacional: Jorge Torreblanca, Ministro de Salud en el gobie rno de lbáñez; María Hamuy, máxima dirigen- te de uno de los dos partidos femeninos; Ruperto Murillo, psiquiatra del presidente Alessandri; Víctor Jadresic, embajador del gobie rno de Frei Montalva;Juan Hepp, de extraordinaria labor en programas de salud comu- nitaria en Purranque y otros cargos; Wilna Saavedra, asistente social, diputa- da y embaj adora. Entre los que valoraban particularmente al Servicio, esla- ba el Dr. Enrique Lava), quien manifestó en diversas oponunidades su inte- rés por el registro de esta labor en la Historia de la Medicina chil ena; Laín 115
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