Huella y presencia (tomo III)

construir y equipar el Instituto de Anatomía Patológica del Hospital J. J. Aguirre. Salió en socorro de esta especialidad universitaria que no podía quedar en menoscabo y le procuró una infraestructura y equipamiento hon- roso a la altura de su importancia. Ojalá que estas actitudes nunca caigan en el olvido y se continúe dotando al Instituto para promover su avance actua- lizado y la.motivación para trabajar en él de las nuevas generaciones de profesionales que amen la vida académica, no sólo en su aspecto asistencial sino también en sus otras funciones de docencia e investigación. 5. El Profesor Croizet en el Pregrado de la Carrera: cuando los alumnos en mi promoción accedimos a la asignatura de Anatomía PatológicálGeneral y Es- pecial, fue en el tercer y cuarto Año. La Cátedra funcionaba en la antigua escuela, muy próxima y anexa al Hospital San Vicente de Paul, donde nues- tros Profesores de las Grandes Clínicas y de las Especialidades realizaban sus actividades. Ni soñar aún con la Reforma Universitaria y sus cambios. A nues- tros Profesores les habría sonado a Revolución Francesa. Estábamos pues, los alumnos formándonos en el antiguo régimen. En tercer año habíamos dejado atrás los ramos Básicos y con ellos a las Cátedras de los Profesores Escobar Pacheco, Badinez, Fernández Bailas, Méndez Ochoa, García Latorre, Eugenio Lira, Francisco Hoffman. Tenía- mos en 3e1: año asignaturas con los Profesores Eduardo Cruz-Coke, Mardones Restat, Neghme, Vaccaro, Larraguibel, Donoso, Acevedo y en las clínicas nos iniciábamos con los Profesores Valdivieso y Urrutia, luego en 4 2 año con los Profesores Vicuña Herboso, Vargas Molinare, Avendaño, Montt, Urrutia, Balmaceda, Alessandri, Carretón, Velasco, Covarrubias, Armas Cruz, Alessandrini, Rojas Villegas, etc. Llegamos con gran curiosidad y expecta- ción a la Cátedra de Anatomía Patológica del Profesor Emilio Croizet. Perso- naje de mitos, de leyendas, supuestas o inventadas y de sabrosas anécdotas. Famoso por sus chistes improvisados en clase, que hacían reír con vehemen- cia a los varones y sonreír discretamente a las damas. Muy prestigiado por sus conocimientos era muy respetado. Tenía gran claridad para enseñar, siendo un excelente expositor que se apoyaba proyectando muy buenas diapositivas de las alteraciones anatómicas. Recordemos que Juan Bautista Morgagni, padre de la Anatomía Patológica, denominó a su obra escrita en latín a los 79 años de edad: "De Sedibus et causis morborum per anatomen indagatis" (si- glo XVIII), "Lugar y causas de las enfermedades por el estudio anatómico". El Profesor Croizet estaba siempre muy actualizado y también conocía la evolución histórica del concepto de las enfermedades. Además de citas de Hipócrates, escuchamos por primera vez mencionar los papiros egipcios de Ebers, el código persa del Hamurabí y luego a los estudiosos de la Antigüe- dad, Edad Media y de la Era Moderna. Nos mencionaba a Galeno, Celso, Morgagni, Laenmec, Virchow, Rokitansky, Bichat, Ribbert-Hamperl, Anderson, Acke rman, Willis, Costero, etc. Estos últimos contemporáneos de sus días docentes, cuando éramos alumnos. 80

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=