Huella y presencia (tomo III)

HUEUA Y l'RF$E1'CIA 111 3. Interrelación con sus colegas: las reuniones anátomo-clínicas de los días sábados se hicieron muy concurridas y famosas por el gran interés científico que despertaban en médicos y alumnos. Actuaban profesores clínicos y mé- dicos muy destacados en la presentación de la Historia Clínica con todos los exámenes anexos de algún enfermo de patología interesante y con dificul- tades diagnósticas que había evolucionado hacia el "exitus letalis" (falleci- miento). Se ofrecía la palabra a la concurrencia para opinar y dar diagnósti- cos. Concluida la discusión pública del caso intervenía finalmente el Profe- sor Croizet para exponer los hallazgos anatomo-patológicos y los diagnósti- cos finales. A veces coincidían con los de la clínica, otras veces arrojaban resultados sorpresivos que daban diagnósticos inesperados. Añí desplegaba sus grandes conocimientos con demostraciones evidentes y muy bien ilus- tradas con diapositivas. No gustaba de divagaciones, era objetivo, amigo de la realidad y de la precisión. Se desempeñaba con maestría, intercalando a veces frases llenas de gracia y de picardía, que hacían reír de buen ánimo a la audiencia. Nunca agravió a nadie, no gustaba de chismes ni de maledicen- cia, e l trato con sus colegas era deferente, amable y respetuoso. Cuando algo le desagradaba, pronto lograba contener las ebulliciones de su tempe- 1-amento latino y su poderosa inteligencia emocional, lo hacia ser dueño nuevamente de sí mismo y del gobierno de situaciones difíciles. Cuando daba la mano a varones lo hacía con fuerza, a las damas con fineza. Con su voz sonora, potente, con timbre de barítono, asustaba un poco a los tímidos. En los metales de su voz, con cierto dejo de extranjero, comunicabajuventud, entusiasmo yvitalidad. Cuandojubiló, la Facultad de Medicina lo distinguió nombrándole Miembro Académico de la Corpora- ción. En sesión solemne se encargó al sucesor de la Cátedra, el distinguido Prof. Ismael Mena Rivera, que dijera el discurso de homenaje. Fue muy her- moso. Destacó que las realizaciones del Profesor Croizet eran todas propias de un espíritujuvenil, se1'ialando: ''.juventud no es, como dice un autor, cues- tión de mejillas sonrosadas ni de rodillas flexibles, sino que es un frescor de las fuentes profundas de la vida". 4. Reacciones ante la adversidad: en 1948 se produjo el incendio de la Escuela de Medicina. Su Cátedra como el resto de la escuela ha desaparecido de la noche a la mañana. Víctor Hugo habiia repetido una vez más: "¡Cuán poco tiempo basta parn cambiarlo todo!". Maderos, ladrillos, agua y tierra se entre- mezclan con los archivos del Kardex de 17.000 autopsias y de miles de biopsias de 30 años, provenientes del Hospital Universitario y que constituían valioso material de investigación para clínicos, patólogos y ou·os especialistas. El museo formado por 1.800 piezas de patología anatómica interesante, alguna de rara ocurrencia, inutilizado. Las preparaciones de la enseñanza histopatológica, des- truidas. Las fotogrnfías macro y microscópicas para la docencia, quemadas. Li- bros y revistas de la especialidad hechos pavesas. Sólo se salvó un micrótomo incompleto y algún microscopio de los muchos que había. 78

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