Huella y presencia (tomo III)

MAS ALLA DEL RELOJ DEL TIEMPO Dra. Valentina Acosta de Croizet. E Nu . uao "G1u,vm:s M.-11s mos t)t' 1. .-1 1\frvtuN,1 "que organiza la Facultad de Medi cina a través d e la Divisió n de Exte nsión Biomédi ca , fu i invitada a presentar una semb lanza del Profesor y Maestro Dr. Emil io Croizel. Se realizó e n el mes d e julio del a úo 2000 e n ocasió n del "Homenaje a los Pio n eros d e la Patología e n Chile". Fue una misió n que aclem,is ele repre- sentar u n ho nor para mí, que fui su discípula, y con el corre r d e l ti empo. también su esposa, me hi zo revivir una e tapa muy hermosa que marcó para siempre mi vida en e l plano afectivo personal , como en e l aspec to unive rsi tar io-académico y e n e l de relación humana . La luminosidad d e su existenc ia a l proyec tarse e n la mía , dejó una infinidad de destellos que aparecen según voy viviendo. Lo que pued o d ecir en una expos ició n oral o e n un escrito o en una conve rsación es sólo una peque1 a parte d e las vivencias y de l enorme caudal espiritua l que recibí de é l y que no se ago ta con el paso del tiempo . Fuimos con mis compa1eros ele promoción , alumnos suyos, e n el curso de pregrado que se desarro llaba en la Cátedra de Ana tomía Pa tológica Ge- neral y Especial, durante el terce r y cuan o aúo de la ca rrera. Luego de titu- lada entré al Instituto de Anatomía Patológica para formarme con é l en la especialidad. Se encargó personalmente d e e llo e ncauzánclome e n el traba- jo asistencial, en el de la docencia y más tarde en el de investigación. Al segundo aúo d e este postgrado bajo su tutoría, me alemó para que p resen- tara mi currículum a la Facultad de Medicina y a la Embajada de Francia y postular a una beca del gobierno francés. Así lo h abía hecho él en los inicios de su vida profesional universita ria . Al tene r éxito esta gest ión, llegué a la Facultad de Medicina de la Universidad de París y al Instituto del Cánce r "Gustave Roussy" ele esa ciudad e n el período académico 1956-1957. Este viaj e dio lugar a una corresponde ncia epistolar muy frecuente que sirvió para informarlo de mis avances científicos y recibir sus consejos para sacar el mayor provecho de mi estada e n París. Además todo e llo de rivó en un conocimiemo mutuo muy profundo y espiritual y también e n un pe regri- naje por todos los lugares de sus recuerdos e n su amada Lutecia, que me aconsejaba visitar. Al tiempo, ya ele regreso al país, todo culminó e n un fe liz matrimonio. Así h e adquirido e l do ble compromiso, e l académico y e l afectivo, para 73

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