Huella y presencia (tomo III)
HUEI.IA Y l'IU-~'iENCIA 111 na, como la designó el gran físico Wigner, que es la Ciencia que nació en el siglo XVII gracias a la genialidad de Galileo Galilei, que rompió con normas seculares imponiendo una manera nueva de abordar la realidad y establecer las leyes que dirigen los procesos, realizando lo que los filósofos griegos de la era clásica, muy raramente practicaron, es decir, hizo Galileo como fisico y matemático, lo que llamamos, el experimento, que en la antigüedad fue muy poco practicado. Galileo abordó la caída libre de los cuerpos y estable- ció en repetidos experimentos las leyes físicas que las determinan y cum- plen estrictamente. Pero, además introdujo una norma fundamental, elimi- nó de su raciocinio científico toda tentativa de explicar el por qué y el para qué de esos resultados, que fue una preocupación imprescindible en los sabios de la Edad Media. Siguiendo estas normas, notables científicos, en los siglos siguientes en- riquecen notablemente e l saber conquistado, particularmente en el campo de la Física de la Medicina, de la Astronomía y de la Química, y decae rápi- damente la Alquimia. Se realizaron en el siglo XVIII en el área de las Ciencias Biológicas ex- traordinarias investigaciones que revelaron fenómenos insospechados, rela- cionados con las funciones de los ó rganos viscerales de animales y además con las características estructurales en numerosas especies del reino vegetal. Recordaré brevemente las contribuciones más notables de algunos de los más eminentes investigadores de la época. Entre ellos, el gran maestro de la Fisiología, Claudio Bernard que dejó un legado inmenso de informa- ción sobre el funcionamiento y regulación de los órganos controlados por el Sistema Nervioso , con sus acciones vasoconstrictoras y vasodilatadoras. Además, estudió losjugos digestivos. Profundizó en e l papel del hígado y de su función almacenadora de glicógeno, descubre que éste p roviene de la glucosa y que es entregada a la sangre según los requeiimientos energé ticos y además, descubre que la glucosa es utilizada por los músculos durante el esfuerzo y que se forma ácido láctico. Descubre que el jugo que excreta el páncreas durante la digestión provoca el desdoblamiento de las grasas en ácidos grasos y glicerina. Sus notables contribuciones fueron un poderoso estímulo para intensificar la investigación en ese campo. Louis Pasteur, uno de los grandes genios de todas las épocas, conmovió al mundo con sus hallazgos. Dio un rechazo definitivo a la teo r ía de la gene- ración espontánea con experimentos muy ingeniosos. Experimentos que habrían de influir en los fundamentos de la antisepsia. Demostró también, como lo había logrado R. Koch, que el bacillus anthracis era e l causante del carbúnclo, pero adem,ís con una genialidad propia de Pasteur, utilizó gér- menes atenuados obtenidos mediante la acción del calor siguiendo la mis- ma técnica observada por é l en la inmunización de l cóle ra de las aves. Se hacían también inmunes los gérmenes del carbúnclo que se atenuaban por previo calen tamiento de los microbios. Uno de los hechos más trascenden- tales de la historia en busca de la verdad científica, llevó a Pasteur a acepta r 66 / /
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