Huella y presencia (tomo III)
HUELLA Y PRESENCIA 111 había vendido por largo tiempo y en consecuencia, el manager de la empre- sa declaró bar abierto por cuenta de la casa al momento de ofrecer licores al final de la cena, con la consecuencia lógica de imaginar. Entretanto, Claire pidió a Clermont que le deletreara el nombre de la entrada para anotarlo, pues le había parecido muy apetitosa y le preguntó qué era. Clermont res- pondió: Claire, es asombroso que lleve casi 5 años trabajando con ese mate- rial y no lo reconozca. En el menú ese ítem se denominaba ¡¡"omelette d'amour"!! Mantengo un especial aprecio por Canadá y su gente. Algunos años des- pués, conocí en Chile a un Tecnológo Médico de Toronto enviado en una tarea de colaboración con Sudamérica. Fue asignado a trabajar'conmigo en la Facultad yme enteré que su hobby (después haría un Magíster en el tema) era el estudio histológico de órganos y tejidos de momia. Así fue que Patrick Home, al volver a Canadá, terminó trabajando en investigación en el Royal Ontario Museum, en Toronto, donde hay una gran colección de momias egipcias. Posteriormente regresó a Chile, invitado por Unesco, a fin de ayudar a precisar un tipo de jesión que apareció en un talón de nuestra famosa Mo- mia del Cerro El Plomo. Como yo estaba a cargo del Laboratorio de Microscopía Electrónica, colaboré con él en este estudio. Tuvimos la suerte de identificar una inclusión viral en los núcleos de las células de la epider- mis. Esta fue caracterizada como el virus de la verruga vulgar, en una momia prehispánica, aunque se suponía que esta enfermedad era europea. Así es la arquipatología. IX Suspenderé el relato de lo mucho acontecido a mi regreso a Chile, vuel- to a la Escuela de Medicina y nombrado poco después Profesor de la Cáte- dra de Biología de la Facultad de Química y Farmacia, en la cual se había creado recientemente la carrera de Bioquímica. Los periplos a que me he acostumbrado, me llevaron después por seis meses al Instituto Clemente Estable en Montevideo y a mediados de los años 70, a la Universidad de Hamburgo, pero todo esto no sería un islote sino una isla-continente, como Australia, y debe quedar para otra ocasión. De todas las labores en que me he visto envuelto, tal vez la más enrique- cedora, porque me ha permitido conocer a Chile y sus alumnos de educa- ción media a todo lo largo del país, es el haber presidido por 35 largos años la Comisión de la Prueba de Biología del Examen de Admisión a las univer- sidades chilenas. Hoy que se plantea un nuevo sistema de admisión, considerando el egreso en el 2002 de los alumnos que han transitado por el Programa Renovado en vigencia, pudiera ser útil divulgar (y que nos sirva de tema de meditación), sólo una anécdota sobre este tema. 60
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