Huella y presencia (tomo III)

HUEI.IA Y l'Rb~E:-SCIA 111 en nuestra docencia, la que además debiera incluir nuevas disciplinas como la bioinformática, la genómica funcional y la proteómica. Este es un nuevo y gran desafío para nuestra Facultad, que debiéramos enfrentar con las mis- mas herramientas que impulsaron la creación del ICBM: excelencia, reno- vación e integración. Los TESOROS DEL GE:-sm1A H u~1A:-so El desciframien to del genoma humano volvió a irrumpir en las noticias mundiales el lunes 12 de febrero. Ese día se ofrecieron granp.es conferen- cias de prensa por parte de los líderes de los dos grupos que en esa fecha publicaron sus hallazgos sobre este trascendental tema: el Dr. Eric Lauder, del Instituto Whitehead del MIT, quien representó a los grupos de seis paí- ses apoyados por fondos públicos y fundaciones y el Dr. Craig Venter, Presi- dente de la Compañ ía Celera. ¿En qué se diferencia este anuncio de otro más aún espectacular que hicieron en junio del año pasado nada menos que el e ntonces Presidente de Estados Unidos Bill Clinton y Tony Blair, el Primer Ministro del Reino Unido? Lo que se anunció el año pasado por parte de ambos grupos fue el término del grueso de la secuenciación del genoma humano. La secuenciación consiste en poder definir e l orden en que las bases deoxinucleotidicas comúnmente representadas por las letras A, T, G y C están escritas en el ADN de cada uno de los 24 diferentes úpos de cromosomas que existen en el ser humano. Se podría pensar que el anuncio del año pasado fue "hemos terminado de digitar el libro del Genoma Humano con un millón de páginas y con sus 3.000 millones de letras". La misma celeridad con que se hizo la digitación no les dio tiempo a ambos grupos de leer lo que se estaba digitando. El anuncio del lunes 12 de febrero del presente año hace público el libro del millón de páginas y nos cuenta de lo que estos dos grupos han descubier- to en una primera lectura, una rápida ojeada de este monumental libro. No me cabe duda que este es uno de los más trascendentales avances científicos de todos los tiempos y que para la biología y para la medicina marca un hito enorme que cambia toda nuestra manera de pensar y de inves- úgar a los seres vivos y a las patologías que ellos sufren . No es posible exage- rar la importancia que este logro científico tiene en el cumplimiento de una de las más básicas curiosidades de nuestra mente, conocer lo que somos. Vale la pena entonces hacer un breve análisis de cómo llegamos al desci- framiento del genoma y a los primeros tesoros encontrados en el libro. Medio Siglo de la Biología Molecular El año 1944, mientras se luchaban las batallas decisivas de la Segunda Guerra Mundial, Oswald Avery un médico de 65 años quien trabajaba en e l Instituto Rockefeller de Nueva York, publicó sus hallazgos que establecían 24

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