Huella y presencia (tomo III)

FUNCIONARIOS DESTACADOS más liviana, aquellas interminablesjornadas en donde el cansancio y el abu- rrimiento, eran nuestro peor enemigo. Que agradable resultaba escucharlo con su cara de niño y su sonrisa inalterable, ayudándonos en esta difícil tarea. Otra imagen que tengo de él, es verlo en la portería de Independen- cia, o en su oficina, o en el estacionamiento, rodeado de funcionarios a los cuales atendía con toda voluntad, otorgando recetas, o entregando medica- mentos. Cuantos cuestionamientos se llevó gratuitamente por ayudarnos ya quien le importa si lo hizo bien o mal, o si fue más allá de lo legal o no, si todo lo que hizo Bernardo, fue ayudar a los funcionarios y a sus familiares. "¿Como te va canalla...?" Era su saludo inconfundible. Podría mencionar tantas cosas de él, tantas conversaciones que tuvimos, tantas penas comentadas entre nosotros. Para sintetizar este sentimiento de gratitud y la pena que nos ha dejado su partida, sólo puedo decir, que estará por siempre en nuestra me- moria, porque más que un doctor, él fue un amigo excepcional. Para finalizar estas breves memorias, quiero decir que todo lo que he pasado hasta ahora, en lo que ha sido mi desempeño como dirigente, es una página escrita en mi vida y que en lo personal y por situaciones que no es del caso mencionar (para no modificar el objetivo de lo que me ha tocado na- rrar), ha cambiado radicalmente mi vida para bien. Agradezco a la Facultad, a la Universidad y por sobre todo a mis compa- ñeros de trabajo, haberme permitido vivir plenamente estos años en mi que- rida Facultad de Medicina. 195

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=