Huella y presencia (tomo III)
TEc. Mito. L11.A WotNITZKY ese mismo año se inauguró el local de la Escuela, ubicado en la parte más ruidosa del viejo Hospital San Borja; paulatinamente se fueron acon- dicionando salas de clases, laboratorios de química y física, biblioteca, vestuarios, oficinas administrativas, etcétera. También a partir de ese año se contó con un vehículo propio para repartir a las alumnas a sus lugares de práctica. La Escuela permaneció en ese lugar hasta su traspaso a la Universidad de Chile. En 1956 se agregó a las Especialidades existentes, la de Oftalmología, en base a un programa presentado por el ProfesorJuan Arentsen, quien fue nombrado su profesor jefe. La seriedad en la formación de las nuevas profesionales, las condiciones de preparación técnica y humana de las egresadas, las hicieron pronto dis- tinguirse y cada año aumentó su demanda, no sólo desde los servicios hospi- talarios, sino que también desde los laboratorios de investigación y docen- cia de las universidades, y durante los años 1955 y 1956, únicamente detalles menores impidieron el paso de la Escuela a la Universidad de Chile, para depender de la Facultad de Medicina, en cuyos Institutos se hacía ya la ma- yor parte de la enseñanza básica. Consecuentes con esa idea, en agosto de 1960 y con el objeto de dar una mayor jerarquía a la carrera y que su título profesional fuera otorgado por la Universidad de Chile, se constituyó una Comisión integrada por dos representantes de la Facultad de Medicina, los Profesores Amador Neghme y Héctor Rodríguez y por tres representantes del Consejo Directivo de la Escuela del Servicio Nacional de Salud: los Pro- fesores Livio Paolinelli y Jorge García y la que habla en su calidad de Subdirectora de la Escuela. Esta comisión debía estudiar la reestructuración de la Escuela, que bajo el nombre de Escuela de Tecnología Médica, pasaría a depender de la Facultad de Medicina. El informe definitivo de la comisión fue presentado el 25 de agosto de ese año y de inmediato se iniciaron los trámites tendientes al reconocimiento oficial de la Escuela ya existente por parte de la Universidad de Chile, lo que se logró mediante Decreto Nº 17.915, del 5 de diciembre de 1960, del Consejo Superior de la Universidad de Chi- le, que creó una Escuela de Tecnología Médica anexa a la Facultad de Medi- cina, la que se fusionaría con la Escuela dependiente del Servicio de Salud, exigiéndose a las egresadas de la antigua Escuela, rendir un examen de reva- lidación de título ante autoridades universitarias. Esta nueva Escuela continuó siendo financiada por el Servicio Nacio- nal de Salud hasta 1969. A partir de esta fusión de dichas Escuelas, se abre la matrícula indistintamente a varones y mujeres. Consideraría incompleto este recuerdo de los inicios de nuestra pro- fesión si no me refiriera en forma especial a quien, sin duda alguna, fue su principal creador e impulsor, me refiero al Dr. Osvaldo Quijada Cer- da, a cuyo lado trabajé durante más de diez años compartiendo los bue- nos y malos momentos que nos deparaba nuestra labor en la administra- ción de nuestra Escuela. 149
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