Huella y presencia (tomo II)
HUELLA YPRESENCIA aspirinas que Uds. puedan darle. Porgue, detrás de mi aspirina va mi prestigio y experiencia... ". Yel médico actual ha olvidado que esa sugestión existe. No olvidemos que los médicos somos líderes en nuestro medio. Los médicos de provincias saben muy bien eso. Allí ellos constituyen una autori- dad más respetada que el alcalde, el jefe de policía o el juez local. Al igual que lo fue el médico-brujo en la antigüedad. Nosotros, es cierto, somos científicos, pero no estamos tratando con animales de experimentación sino con seres humanos que sienten, piensan y esperan nuestra ayuda y comprensión. Una última realidad, que el tiempo me ha enseñado, se refiere a la ética médica. Egresé de la Escuela tan convencido de ella que no creía necesario que nos la recordaran durante nuestros estudios. La preocupante realidad me ha hecho ve1· que, como líderes de nuestra colectividad, debemos preocupar- nos de las relaciones con nuestros colegas, con nuestros pacientes, con nuestra Sociedad y con nosotros mismos. El economicismof creciente, la influencia de los laboratorios, la pérdida del secreto profesional en las Isa- pres, la repartición de honorarios, los experimentos genéticos, etc., todo ello atenta contra la pureza de nuestra profesión. Por lo que, en mi inadvertido paso por la vida académica de mi país, he creído conveniente dejar un mensaje a los alumnos que ingresan a nuestra hermosa carrera. Este mensaje lo he titulado SER UNMÉDICO. SER UN MÉDICO Hace algunos días ustedes ingresaron a la Facultad de Medicina de la Univer- sidad de Chile, con el sol ante los ojos, una envidiable juventud y con un alto ideal por alcanzar: SER UNMEDICO. Pero, ¿Qué es "Ser un médico"? ... O mejor, ¿Qué es la medicina?... Nada más fácil que decir que " medicina es lo que el médico hace", pero no sería verdad. Muchas e importantes cosas médicas se han hecho por personas que no fueron médicos. Desde los chamanes y brujos, a Leonardo, Celso, Leuwoen- hoeck, Morton , Pasteur, Roentgen, Madame Curie, etc. Sería más propio definir la medicina como el arte y la ciencia que persigue cuatro objetivos, definidos por la Organización Mundial de la Salud, a saber: Recuperación de la salud, Rehabilitación del paciente, Prevención de la enfermedad y Promoción de la salud. Un médico de pasados siglos se habría extrañado de estos cuatro objeti- vos de la medicina pues, en su época, su objetivo era sanar o, al menos, aliviar. Sólo en este siglo la medicina ha agregado los otros 3 objetivos. Porque hoy es tan importante el rehabilitar al paciente y prepararlo para su vuelta a la sociedad y la reanudación de su u·abajo, como su curación. Mañana, tal vez, habrá otros objetivos, quizás con mayor énfasis en la prevención. Sí, la medicina preventiva es la medicina del futuro. 108
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