Huella y presencia (tomo II)

Dr.JAIME LAVADOS M. examinar analíticamente esta realidad sin que pierda su multidimensionali- dad y su riqueza d e texturas? Es en este punto d onde el pe nsamiento clínico adquiere toda su vigencia y su insupe rable riqueza. En la práctica la posibili- dad d e plantear un diagnóstico, una terapia y un pronóstico dependen de la conjunción armónica y sistemática de un amplísimo número de conocimien- tos y saberes 1 . Este conjunto de elementos, informaciones, conocimiento, sabiduría y preocupación é tica que caracteriza la clínica, se echa de menos, en cuanto metodología de comprensión y acción, con relación a otros problemas muy serios de la realidad actual. El ambiente natural , por ejemplo, no puede ser visto sólo como una fuente de recursos económicos, que lo es y muy importante . Tiene implican- cias que van más allá de sus posibilidades de explotación económica, por racionales y sustentables que éstas sean en el presente y en el futuro. Entre estas implicancias están las estéticas, éticas y culturales que una comprensión cabal del mundo y una alta calidad de vida no pueda excluir. Pregunta: ¿De qué o tra manera ha influido este interés por "entender" en su vida profesional y personal? R.espuesta: Siempre me interesó avanzar hacia esta, sólo parcialmente alcanza- ble, visión integral. Particularmente e n las conductas y comportamientos que desarrqllan las personas y sociedades; es decir, en e l complejo fenómeno de la cultura. Tal vez por eso elegí la n eurología como especialidad y, dentro de ésta, el estudio de las funciones encefálicas superiores como e n e l pasado se llamaban o "cerebro y conducta" como se les conoce hoy día. Creo que ellas pueden contribuir mucho a la compleja comprensión de las conductas huma- nas y sus razones y fundame ntos. Por eso mismo, mientras hacía mi doctorado en Ciencias Neurológicas en Inglaterra, seguí cursos formales de Antropología, pues me interesaba ver el comportamiento humano desde diversas perspectivas. Por las mismas razones me han interesado la Etología y la Sociobiología que son disciplinas empíricas que estudian e l comportamiento animal y humano -y el hombre es una especie, particular es cierto, pero que pertenece a este reino de la naturaleza- a partir de principios biológicos. Pero también el hombre puede ser mirado desde o tra perspectiva; no tan to centrada en las causas, razones y origen de sus compor tamien tos, como en los efectos de sus actividades. Esto significa, además, interesarse en el arte, 1 Una compleja y objetiva descripción semiológica y de laboratorio; ciertas hipótesis fisiopa- tológicas, a su vez fundamentadas en cambiantes conocimientos de biología celular , bioquímica, psicología, etc. Una comprensión del ambiente socioeconómico y cultural del paciente, un conocimiento epidemiológico y de factores de riesgos, y una sólida posición ética que permea tanto las relaciones con el paciente y su entorno (familiar y laboral) como las propuestas terapéuticas y los cursos de acción posible. 71

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