Huella y presencia (tomo II)

Dr. ALFREDOJADRESIC La confluencia de las inquietudes estudiantiles y de los planteamientos de los doce n tes medios da orige n , de Jacto, en junio 1968, a la Comisión Reestructuradora de la Facultad de Medicina y a la elección d e un nuevo Decano. Al mes siguiente, el Consejo Universitar io aprneba dar curso legal al proceso que se ha iniciado y tiene lugar la Reforma Universitaria. Se logra un nuevo Estatuto que abre acceso a la participación de los universitarios a todos los niveles de decisión. Los nuevos Consejos de Facultad incluyen profesores titulares, docentes medios, alumnos y funcionarios. La Universidad es una comunidad. Todos sus miembros son , de alguna manera, responsables de su curso, desarrollo, eficiencia y destino. Es preciso redefinir claramente los objetivos: el compromiso de la Universidad con el país. La formación integral del estudiante. La formación humanista y cultural. La formación científica y técn ica. La formac ión de académicos y profesionales. El sentido de responsabilidad social. La mejor manera de alcanzar esos objetivos. Existe consenso que la Universidad debe organizarse e n razón del saber y la cultura y no de las profesiones. La unidad básica debe ser el Departamen- to, unidad natural de investigación, docencia y extensión , donde los académi- cos alca nce n plena libertad de pensamiento y expresión y el derecho a realizar su propio proyecto de conocimiento y ciencia. La formación de profesionales debe ser realizada en íntima consonancia con las necesidades de l medio social. Favorece el proceso d e Reforma en la Facultad de Medicin a, el unánime acuerdo entre los académicos sobre el rol urgente que cabe a la Facultad para contribuir a resolver e l grave déficit de profesionales de la salud existentes en el país. Con el aporte entusiasta y generoso de los docentes y sin un aumen to substancial de presupuesto, se produce la gran exp an sión de la Facultad a 5 áreas Docente-Hospitalarias en Santiago y se crean las carre ras vesperti- nas. Se logra la ampliación de la matrícula en todas las carreras. Se inicia la carrera d e medicina en Antofagasta y Temuco. Se reforman los pla nes y programas de enseñanza de pre y postgrado. Se introducen las ciencias psicosociales, cursos de é tica y materias humanistas e lectivas. Se establece el internado rural, la práctica conjunta de estudia n tes de las diferentes carreras, la práctica clínica e n los consultorios periféricos y el trabajo en la comunidad . Los docentes se esmeran e n perfeccionar los sistemas de e nseñanza- aprendizaj e y evaluación continua para que nadie fracase. Todos los profesio- nales de la salud en formación son necesarios. La población no puede esperar indefin idamente la atención requerida. Los estudiantes saben que existe para cada uno de ellos un destino optativo, ya sea en el Servicio Nacional de Salud, en las universidades o en o tras insti tuciones. En el país están ocurriendo cambios muy importantes. Todos concuer- dan que es preciso alcanzar una sociedad más justa. Diversos grupos ideoló- 45