Huella y presencia (tomo II)

HUELLA YPRESENCIA 11 La agitación estudiantil irrumpe primero en la Universidad de Concep- ción y e n la Universidad Católica y después surge nacionalmente como un torrente incontenible en la Universidad de Chile. Se cuestiona todo: la tradición , la historia, el orden institucional, las jerarquías, la realidad social, e l futuro previsible. Se reclama la igualdad de derechos. Es unánime y con tagioso el deseo de argumentación y diálogo. Se generaliza el debate . Los docentes se interesan en conocer el pensamiento de los alumnos. Nadie teme dar una opinión. Es la liberación total de l espíritu. La Universidad funciona. Algunos sectores no participan, se marginan. Para e llo se ha roto una tradición, se ha alterado e l orden. Es cier to, no hay vigencia para el autorita- r ismo. Es en este contexto que es preciso analizar los acontecimientos y cambios que tie nen lugar e n la Un iversidad de Chile y, especialmente, l'en la Facultad de Medicina. Desde su creación en 1842 hasta 1973, la Universidad de Chile tuvo un rol señero y enorme gravitación en todos los aspectos del desarrollo cultural y material del país, siendo e l motor principa l de las artes, las ciencias, las letras, la impulsora de n uevas tecnologías, de nuevas ideas. La Facultad de Medicina, en particular, dio origen a muchas generacio- nes de eminentes profesores que se proyectaron desde Chile al ámbito d e Latinoamérica. La autoridad con que ejercían sus cargos era profundamente resp etada y considerada legítima. Fruto de su ejemplo, germinan nuevos académicos que son atraídos a continuar la o bra de sus maestros e n la misma Facultad. Se pueblan las Cátedras de j óvenes entusiastas de gran vocación docente. Es la más alta distinción de un profesional pertenecer a la Universi- dad de Chile. A través del tiempo, gradualmente, aparecen en escena conflictos gene- racionales. Den tro del concepto de autonomía académica en que fueron formados, los nuevos docen tes reclaman su propio espacio e independencia. El sistema jerárquico de la Cátedra no lo permite. La autoridad y el poder absolutos del profesor para escoger a sus ayudantes y organizar la docencia y la investigación ---<JUe fueron inicialmente pilares insustituibles de creatividad- son ahora obstáculos que limitan la concreción de las aspiraciones de las jóvenes generaciones que exigen represen tación en los niveles directivos y derechos para sus propios proyectos. La Cátedra es considerada insuficiente para dar cabida y respuesta a las nuevas demandas que plantea la convivencia académica. Por o tra parte, la evolución y complejidad de las ciencias biomédicas hace conveniente favorecer los vínculos enu·e los académicos en un ámbito disci- plinario mayor. Surge la n ecesidad - como en universidades más desarrolla- das que la nuestra- de reemplazar la Cátedra por el Departamento y de establecer, dentro d e éstos, los derechos progresivos de inde pendencia y autonomía de los académicos, d e acuerdo a su experiencia y a su categoría. La Universidad de Chile requ iere una gran transformación . 44

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