Huella y presencia (tomo II)
Dr. EDUARDO ROSSELOT J. miológicos y, secundariamente, demográficos; las demandas colectivas de salud; las innovaciones y los recursos disponibles, en relación a las prioridades que establece el marco político en el área sanitaria y a los avances en e l concierto tecnológico y científico. Por último, e n lo contingente, resulta decisivo e l cambio en las teorías y e n los procesos educacionales que propor- cionan enfoques, instrumentos y capacidades docentes de alto rendimiento y originales perspectivas. Es así como se han establecido las exigencias, dado las condiciones, füados los e lementos de renovación , tanto en contenidos como en metodolo- gías, y previstos los recursos para efectuar la transformación del currículum hacia lo que se ha estimado consistente con los requerimien tos de hoy para la formación de profesionales de la salud y e l desarrollo del conocimiento disciplinario pertinente. De este modo hemos e stado caminando en la reforma curricular, intro- duciendo los cambios más radicales en el prime r año d e la carrera de Medicina. Permítanme repasar los hitos esenciales: los contenidos se han configu- rado e n amplios subsistemas que trata los Conceptos Fundamentales en Medicina; ws Fundamentos Antrüpológicos, Eticos y Humanísticos; las Bases Científicas de la Medicina; la Fundamentación y Práctica de la Medicina Clínica; la Salud Pública y la Seguridad Social y la Formación General. Estos constituyen los ejes centrales en que se insertan áreas, materias, partes y temas para circunscribir cursos y asignaturas que se van integrando en un conjunto sistemático de disciplinas orientadas a abarcar la totalidad de la salud humana . Se pierden, de este modo, los límites y las barrerns entre disciplinas; se consigue un continuum horizontal y vertical con predominios variables de contenidos antes denominados básicos, preclínicos y clínicos, definidamente formulados para la comprensión biocientífica y huma nista de l hombre, a través de experiencias individuales y colectivas. Con el concurso de metodologías que tornan el aprendizaje resue ltamente e n personal, pero dirigido a lo social, la adquisición de conocimientos se hace fl exible, para quién deberá ser ahora elemento nuclear· de la docencia: el alumno. Articular este proceso, que puede parecer simple o, incluso, desprovisto de mucho sentido e n la definición conceptual, exige un organismo dirigente y a ese papel han accedido las Escuelas dotadas, progresivamente, de mayor autonomía académ_ica. Igualmente se requiere la preparación de un cuerpo docente muy aplicado en e l uso y la evaluación perceptiva de las técnicas que están siendo incorporadas como parte de las destrezas educativas. Es ind is- pensable establecer tiempos dedicados a áreas e lectivas ydejar disponibilidad de espacios y oportunidades para la libre opción de alternativas académicas de formación general, que privilegien la adquisición de conocimientos y atributos con un alto grado de diversificació n y complementariedad con las materias que constituyen el core de l acervo educacional de los futuros profe- sionales. 15
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