Huella y presencia (tomo II)

Dr.JOSÉMANUEL BORGOÑO correspondiente. En este momento del total de becarios, el número más importante corresponde a esta modalidad. Simultáneamente el Ministerio otorgó becas a otras facultades de medi- cina del país como la Universidad Católica y posteriormente a la Facultad de Medicina de Valparaíso, Concepción, Universidad de la Frontera, Universi- dad Austral y Universidad de Santiago, para poder así, lo más rápidamente posible, lograr una masa crítica de estos especialistas. Esto ha significado diversos programas, que teniendo un componente común, permiten enfo- ques distintos que enriquecen el proceso y el desarrollo de la formación de especialistas. Como es el caso de la Universidad Católica que tiene mención en salud familiar del adulto e infantil. Por otra parte la fundación legal de la sociedad de Medicina General Familiar en 1994 ha significado otro importante impulso a la formación de especialistas y al avance de esta especialidad en nuestro medio, como asimis- mo sus programas de capacitación algunos e n forma conjunta con la Socie- dad Médica de Santiago. También se ha implementado y estimulado la aplicación del enfoque familiar en la atención de salud primaria en los consultorios de las Municipa- lidades de Nuñoa, Peñalolén, Las Condes, San Miguel, San Joaquín y El Bosque y en el Consultorio Cristo Vive de una organización no gubernamen- tal en la comuna de Recoleta. El dinamismo del proceso nos ha hecho avanzar, aunque lentamente, en forma sustentable, en este camino de formación de especialistas de Medicina General Familiar. El número de especialistas graduados en la Universidad de Chile a la fecha es de 14, todos han obtenido su título de especialistas. El número de becarios que tenemos en estos momentos alcanza la cifra de 23: 12 en primer año, 11 en segundo año y 2 en tercer año. Al mismo tiempo la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile ha entregado una jornada y media académica equivalente a los recursos huma- nos que existían para este objeto desde el año 1990. En 1997 se transformó el Departamento de Salud Pública Sur en un Departamento de Facultad de Medicina Preventiva y Comunitaria, paso fundamental para el desarrollo acelerado de esta especialidad y la incorporación del enfoque de salud familiar en el currículum de pregrado y la creación de un internado electivo. En este sentido la voh.mtad política y el decidido apoyo de Decano Prof. Dr. Eduardo Rosselot han sido fundamentales en todos los progresos alcanzados. Sin embargo, el futuro de esta especialidad en nuestro país, tanto en el sector público como privado todavía es incierto, si no se cambia el modelo de atención primaria, si no se estructura una carrera funcionaria para estos especialistas, si no se otorga un estímulo económico adecuado y una capaci- tación permanente de ellos tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo el balance es positivo, hay visión nacional de la especialidad, com- promiso de las Facultades de Medicina de las Universidades y voluntad política sostenida hasta el momento del Ministerio de Salud. Al mismo tiempo 125

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