Huella y presencia (tomo II)

HUELLA YPRESENCIA 11 espíritu y e l de los desafortunadamente ya extinguidos fueguinos con los que é l convivió. Ingresé hace 50 arios a esta Facultad y los cambios que he contemplado han sido notables. Había en Chile e n ese entonces sólo 3 Escuelas de Medici- na. En los últimos años apuradamente han surgido otras escuelas más o menos improvisadas y, siguiendo la moda actual, se dice que será el mercado lo que regulará el éxito o fracaso y evaluará la función que desempeñan. Me preocupa enormente esta situación dado que e n Chile, a difere ncia de otros países como EE.UU. , para ej ercer la medicina no se exije sino sólo el título que otorgan las universidades. Para mí la pasión por la Cie ncia, aún no se ha apagado y felizmente, para calmar ese sentimie nto, cuento aún con e l privilegio de colaborar con algu- nos de mis discípulos. Actualmente realizo estas investigaciones con el Dr. Giovanni Maann del King's College London y el Dr. Luis Sobfevía, también doctorado en King's y ahora d e regreso en Chile . Nuestro trabajo actual es sobre el transporte y metabolismo en la placenta y células endoteliales del cordón umbi lical humano y e l efecto de la diabetes en el embarazo. La actual complej idad y la naturaleza interdisciplinaria de las ciencias básicas de la medicina han llevado a la Facultad a crear recientemente el Instituto de Ciencias Biomédicas. Esta es la estructura moderna en que desarrollamos nuestras actividades académicas yque, quizás conmigo, entrará e n el nuevo milenio. Me satisface grandeme nte haber entusiasmado a jóvenes estudiantes de medicina en la sala de clases o seminarios o los que optan por colaborar en el trabajo científico. El programa de ayud ante-alumno de la Facultad es ciertamente un importante elemen to e n la formación médica. Me indujo a mí a seguir el camino de vida señalado y sigue invitando a la creatividad en la ciencia y la medicina. He navegado los océanos y recorrido los espacios, y han sido las bonanzas y las tempestades lo que me han hecho vivir en plenitud. Los tropiezos se han transformado e n tan gran estímulo como los éxitos. 122