Huella y presencia (tomo II)

MIS 50 AÑOS EN LA UNIVERSIDAD Dr. David Yudilevich Esc✓\IUJMnsu. PASADoy, particu larme nte, recorrer los caminos escondidos en mi memoria, es como recuperar a1 os y rej u\'e necer. Nací e n 1930 cerca de la Escuela de Medicina, en e l barrio Recole ta, e n los tiempos e n qu e allí se re unían con gra n amistad . judíos, como mi famili a, árabes y chile nos, de todas las clases socia les. Cursé mis estudios secundarios en e l Instituto Nacional, d onde mis inclinaciones e ran pre fe renteme nte por las an es y humanidades, más que por las ciencias. Sin embargo, a la hora de escoger mi ca rrera Universitaria no tuve d udas en o ptar po r Medicina. Esta prefere ncia la atribuyo al uso de g ruesos a n teoj os desde la infan cia y al frecuente apelativo de " docto r" que la apariencia me daba. El d evastador incendio de la Escuela de Medicina ocurrido e n diciembre d e 1948 que destruyó labo rato rios, documenws, biblioteca, de aquel dig no y vetusto ed ificio de la calle Indepe nden cia e n tre Santos Dumont y Panteón (hoy Za11artu ) obligó a reducir la ma trícu la de ingreso q ue tradicionalmente e ra de aproxima dame nte 200 estudiantes a sólo 60 para e l año de mi ingreso, e n 1949. En la calle Borgoñ o se dinaban las clases teóricas y se estab lecie ron los laboratorios de ramos básicos, excepto Ana tomía y Fisio logía que con tinua- ron en lo que quedó de la vieja Escuela. Caminar po r la calle Indepe ndencia las 1 Ocuadras e n tre los dos locales era re pe lido ejercicio \'arias veces al día. Amistades y polo leos se desarrollaban e n los sencillos café-restaurames que quedaban al paso y que invitaban a '' capear" la clase siguie nte . Eramos belicosos y exige ntes estudiantes, que e nfremábamos a los profesores con nuestras cr íticas. En Química obligamos a un cambi o del profesor en cargado d e la Cá tedra, con la salid a de Guillermo García Latorre, que fue reemplaza- do por Luis Cerutti. A o tros profesores o ayudantes los amamos y admiramos y e n los ramos básicos. Ellos marcaron mi futuro, o rientándome hacia e l campo de la investigación cie ntífi ca. Por ejemplo , recuerdo a Danko Brnic (lamentablemente fall ecido hace algunos meses), Gustavo Hoecke r y Gabrie l Gasic en Bio logía. Fisio logía fue decisiva para mí y a ello me re feriré más ad elante. De los ramos preclínicos, recue rdo al profesor J osé Donoso que e n sus clases, con gran parsimon ia, se g uiaba po r un to rpedo que cuidadosame n- te escribía previame nte, lle nando la e no rme pizarra. Era e l padre del escrito r 11 5

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