Huella y presencia (tomo II)
H UELI A YPRESENCIA Como "profesor", al compartir y repartir vuestro conocimiento, siempre imbuidos de un ideal de servicio y no de ambición de ganancias. Así Uds. mantendrán la dignidad de vuestra profesión, como una ciencia aplicada al bienestar y cuidado de la humanidad. Vuestro deber con los pacien tes será el actuar con e llos como quisieran que actuaran con Uds. mismos, con bondad, cortesía y honestidad. Deben aprender cuándo y cómo ocultar la verdad al paciente, si no le puedes decir todos los detalles de su mal. Pero sí pueden aliviarlos y consolarlos. Es muy conocida esa frase: Sanar ... a veces. Aliviar. .. a menudo. Dar esperanzas ... siempre. Recuerde n que un informe d e laboratorio no significa una sentencia irrevocable. Un hemograma, una radiografía, un electrocardiograma, pue- den dar una información importante acerca del funcionami ento del organis- mo. Pero no d eben olvid ar que detrás de estos datos hay u ~ ser humano angustiado al cual tú puedes ofrecerle algo más que un antibiótico, una inyección o una intervención quirúrgica. Debes, con tu actitud, tus palabras y tus acciones, infundir confianza y fe, dar consuelo y comprensión. Con tus colegas tienes la obligación de compartir, como seres civilizados, esa gran y noble tarea que es la lucha con tra una causa común, en una gran cruzada. La medicina vive y se nutre por e l gra n prestigio que e lla goza. Por lo que. jamás hablar mal de un colega porque, al hace rlo, sería como hablar mal de la medicin a y, por lo tanto , de todos nosotros. Si tie nes algo bueno que decir acerca de un co lega, hazlo en cualquier parte. Pero si no, manté n te callado. Tú perteneces a un "equipo" de valerosos profesionales de todas las razas y tiempos unidos, a través d e edades y con tinentes, por un ideal glorioso. Con Uds. mismos. Cada hombre, en sujuventud, se forma un ideal y una imagen de sí mismo, o de lo que quiere llegar a ser . En el resto de su vida se lo pasa tratando de alcanzar esa imagen con logros que cad a uno se ha impuesto. Algunos no logran alcanzarlos y, más tarde, es una tragedia ver esa imagen perdida y sus sueños de j uven tud convertidos en ruinas, con los muñones de las cosas iniciadas, pero jamás terminadas. Pero, en la mayoría de los casos, esa silueta ideal dibujada en los días de la juventud, los representa 1·ealmente a Uds. mismos. Deben vivir para ser dignos de esa imagen. Vuestra vida, vuestro trabajo y vuestra personalidad como médico debe ser tal que esa imagen ideal de sí mismos debe ser lle nada con logros brillantes. Se están embarcando e n una noble carrera donde no h ay lugar para amateurs o dilettantes. Carre ra donde se debe aspirar a ser maestros de lo que se emprende. Porque los errores de los médicos-carpinteros y aprendices pueden tener resultados trágicos. Recuerden que lo importante e n la vida no es ser hombres grandes, sino grandes hombres. Que vuestras acciones sean grandes, pero que Uds. se mantengan humildes y modestos. Lo que cuenta, en un médico, es su 110
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