Cabildos filosóficos

Cabildos Filosóficos -90- sí mismo/a. En esta transformación se aprecia la tensión que existe entre la esencia con la que nacemos y la construcción de nosotros mismos. Y en el camino no quedaremos indemnes, deberemos pagar un precio: […] es preciso que el sujeto se modifique, se transforme, se desplace, se convierta, en cierta medida y hasta cierto punto, en distinto de sí mismo para tener derecho al acceso a la verdad. La verdad sólo es dada al sujeto a un precio que pone en juego el ser mismo de éste. Puesto que el sujeto, tal como es, no es capaz de verdad […] Es un trabajo de sí sobre sí mismo, una elaboración de sí sobre sí mismo, una transformación progresiva de sí mismo de la que uno es responsable, en una prolongada labor que es la de la ascesis (askesis). Foucault, pp. 33-34 Siguiendo este sentido transformador es que los estudios de género y el feminismo han hecho un profundo proceso deconstrutivo. Cuando una como mujer se plantea quién soy yo, pareciera inevitable plantearse como lo otro del hombre, una visión especular (Irigaray, 2007) en que la mujer es lo otro. En este sentido Silvia Tubert plantea que el binarismo que sustenta el discurso patriarcal es logocéntrico, es decir que, cuando habla en términos de mismidad o de oposición –Eres los mismo que yo, un hombre. Eres los diferente de mí, una mujer, una lesbiana, un queer….– siempre habla de lo mismo, el hombre. Es autorreferente (Tubert, 1996). El sujeto masculino patriarcal se autonombró como sujeto universal y piensa todo en términos del sí mismo. Entonces me pregunto: ¿La mujer puede pensarse sin su referencia a lo masculino? El hombre, ¿nunca se piensa en su referencia a lo femenino? La experiencia no binaria, ¿no hace referencia a lo masculino y/o lo femenino? En relación a la idea clásica de sujeto que es la que más manejamos y que se define en la modernidad, caracterizándose como un individuo racional, se han dado distintas respuestas

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