Cabildos filosóficos
-46- Cabildos Filosóficos Una política que abre su abanico y se ubica a ras de piso Carlos Ossandón Buljevic Una de las primeras tareas de una política transformadora, disruptiva, tiene que ver hoy con la superación de un tipo de “experiencia” marcada por la hegemonía neoliberal y que se tiende a identificar con la sociedad misma, impugnando su universalidad y su necesidad. La perspectiva genealógica nietzscheana-foucaulteana puede ser de mucha utilidad en la crítica a este pretendido universalismo, mostrando, además, su acta de nacimiento: la “violencia fundadora” del neoliberalismo y la contrarrevolución que lo sostiene. Es lo que nos recuer- da Maurizio Lazzarato: las dictaduras latinoamericanas no instalaron solo un “modelo” económico o social, dado que éste es, sobre todo, la expresión del triunfo histórico, prolongado y violento sobre las clases subalternas. Difícil sería entender una política crítica disociada de un “cuerpo social” energetizado. Sólo un prurito “ilustrado” evitaría aproximarse a las irrupciones de unas subjetividades activa- das y de unas intencionalidades estratégicas particularmente pendientes de las grietas que ya ha comenzado a exhibir la “experiencia” que nos habita. Interesa en este sentido resaltar las disfuncionalidades y conflictos que se dan en un tipo de “experiencia ampliada”marcada hoypor la hegemonía “neoliberal”. En las fallas que muestra su terreno es posible ver en qué orden, en qué tiempos y con qué grado de profundidad es permitido remover las placas o segregaciones más difíciles de soportar. En esta apuesta me parece que es tan esencial atender a la guía de una sociedad democrática, plural, diversa, conflictiva, nunca realizada completamente, que recupere soberanías arrebatadas, como los ensayos, verificaciones y correcciones que esas diversas subjetividades activadas –nunca definitivas ni plenamente armoniosas– realicen en esta dirección. Si aceptamos, con Foucault, que “todo es politizable, todo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=