Cabildos filosóficos
Cabildos Filosóficos -148- La desigualdad como mayoría y minoría Ignacio Díaz Pareciera ser que el hombre nunca podrá llegar a ser igual y desigual en su máxima expresión, porque pareciera ser que podemos parecernos al otro, de una forma en la que nunca seré desigual pero también nunca seré igual, es decir, nunca en un punto fijo. Pareciera ser que de cierta forma, concurrimos constantemente que la desigualdad es algo negativo o no justo en ciertos aspectos en los que exigimos igualdad, pero ¿Sería justo que todos fuéramos tratados iguales? ¿Sería justo que todos fuéramos iguales? Pareciera ser que dicha dicotomía está en constante lucha, lo que me hace pensar que quizás así sea la propia existencia del ser humano, vivir entre un punto medio. ¿El ser humano tiene una naturaleza intermedia? Pareciera ser, entre el ser y no ser. Creo que sinceramente puedo explicarlo mejor a base de la libertad. Tanto estos dos temas (desigualdad y libertad), se me hacen curiosos, amplios y difíciles de entablar pero aquí vamos. Parece que siempre seremos prisioneros de nosotros mismos, y me cuesta pensar lo contrario, pareciera que el ser humano vive a medias, nunca se tiene un punto a su máxima expresión, nunca conocemos el 100% de las cosas y ni siquiera de nosotros mismos. Pareciera que puedo imaginar elefantes encima de otros hasta cierto límite visual. ¿Y si lo visual fuera aquello que nos hace prisioneros a nosotros mismos? O quizás ¿Nuestra propia mente? Desconozco en sí a lo que llamamos libertad, por no convencerme o por no encontrar aquello que resuelva mis dudas. Pero, ¿Soy libre y no me doy cuenta? ¿El hombre puede ser libre? Pareciera ser que somos libres sin darnos cuenta, y somos prisioneros de nosotros mismos al no creer que somos libres. Es algo difícil de explicar, pero pareciera que puedo ser libre y no sentirme libre, puedo estar vivo, pero no sentirme vivo, puedo estar feliz, pero no sentirme feliz, y la
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