Cabildos filosóficos

Desigualdades -145- 9PM, Santiago de Chile Catalina tiene 16 años, vuelve del trabajo a su pequeña pieza compartida con su madre. La despidieron de su trabajo hace 3 meses y han tenido que cambiarse de casa. Catalina piensa en su pastel de cumpleaños, ese fue el último gustito que se dieron antes de que les dieran las pésimas noticias, solo una semana antes. Ha abandonado el colegio luego que su madre cayera enferma, solo tiene 47 años pero a su linda mamá la vida la ha arrastrado por la acera. A veces Catalina recuerda su niñez, su mente tan inocente que no entendía lo que realmente ocurría a su alrededor, siempre comienza a sonreír pensando en la locura que es su vida, y siempre termina sollozando en los brazos de su madre. ¡Que injusta que es la vida, por la cresta! Catalina sale a trabajar vendiendo en las micros desde las 7 am hasta las 2 pm , cuando se dirige a su segundo trabajo. Vive su vida como si fuera una adulta cuando apenas comenzó a ser adolecente. A veces se encuentra con “El Moncho” que le insiste que es más fácil robar. —Yapo, mira como te vai’ desgastando. Esta vida y este gobierno no nos quieren a nosotros los pobres Lina, te saliste del liceo pa’ cuidar a tu mamá y aun asi no te alcanza. Yo sé que no es trabajo honesto pero a veces no hay más opción po’. —Moncho, yo sé... Pero a mi mi mamá no me crió así po’, Yo no te digo nada porque es tu vida pero... —¿Pero qué? —No sé, No sé... A veces piensa en hacerlo, no lo niega. Porque se acuerda de su mamá, quien volvió de Alemania a sus 28 años, educada y rica de cultura, y aún así la vida la tiró a la calle y embarazada de ella. Aún recuerda cuando la acompañó a una entrevista de trabajo, era para limpiar unas oficinas en Nuñoa, ese trabajo le duró 5 años. La habían ascendido a secretaria y ella entró a un

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