Policy brief - Establecimientos de educación superior saludables: Propuestas para mejorar el ambiente alimentario y de movilidad

tos educacionales. En su artículo 6 indica que la municipa- lidad no entregará permisos “a comercio en instalaciones a una distancia inferior a 100 metros lineales de establecimien- tos educacionales” (Municipalidad de Quillota, 2017) Otro aspecto de las políticas estructurales se vincula a los modos de vida activos. Aquí la experiencia internacional muestra que la existencia (o no) de políticas explícitas sobre el cuidado de la salud en forma de reglamentos o declara- ciones en la educación superior es sólo un factor, y no ne- cesariamente el más importante, para modificar los patrones de movilidad de las personas (Cervero & Kockelman, 1997). La evidencia indica que el diseño del medio construido ayu- da a modificar el cambio de hábitos hacia una movilidad ac - tiva (Sun et al., 2014). La adopción de modos de vida activa por parte de las comu- nidades de educación superior requiere una visión multies- calar de la movilidad, esto es, que considere acciones a nivel comunal, barrial y no sólo en la propia arquitectura de facul- tades y escuelas, por ejemplo, el rediseño de espacios de cir- culación, reduciendo el espacio vial para los vehículos moto- rizados y, en cambio, favoreciendo la caminata, la bicicleta y espacios de descanso e interacción. Estas propuestas deben tomar en cuenta condiciones contextuales, tanto en lo que respecta a la cultura local como en lo que concierne a sus ca- racterísticas climáticas o geográficas. Por último, este tipo de acciones tácticas tiene la capacidad de mostrar la viabilidad futura de acciones más duraderas y cumple un rol clave en vencer resistencias de larga data sobre posibles efectos en la congestión (Bertolini, 2020; Nello-Deakin, 2022). Intervenciones y estudios internacionales La evidencia de investigaciones sobre la modificación de am - bientes universitarios para mejorar la salud de los estudian- tes es escasa. Un estudio cualitativo sobre percepción de ambiente alimentario en estudiantes universitarios de primer año (realizado en California) reveló que, si bien la expecta- tiva y los parámetros de evaluación del entorno alimentario dependen de las normas familiares, la percepción de alta disponibilidad de alimentos no saludables a bajo costo es determinante para adquirir conductas no saludables (Dhillon et al., 2019). Otro estudio expone una asociación entre el aumento de consumo de comida chatarra y el uso de tarjetas de pago para la compra de alimentos (flex dollar), aun cuan - do los establecimientos estuvieran fuera del campus (Ding- man et al., 2014). Asimismo, un estudio transversal asoció la compra habitual de bebidas y alimentos en el campus con un consumo menos frecuente de desayuno y una mayor ingesta total de azúcares y grasas añadidas. Por otra parte, asoció el llevar comida desde el hogar a la universidad con patrones alimentarios más saludables (Pelletier & Laska, 2013). La revisión sistemática Li et al. (2022) identificó que el gusto/ sabor es el principal factor en la compra de alimentos al inte- rior de las universidades, seguido del precio –el cual sólo im- pacta si el sabor no se ve comprometido-. La conveniencia/ disponibilidad y los aspectos nutricionales son los siguientes factores identificados. Por otra parte, distintas revisiones sis - temáticas han planteado que las intervenciones al interior de las universidades que proveen información nutricional en los puntos de ventas sobre alimentos saludables, porciones, ofertas económicas, entre otros, obtienen efectos modera- dos (Belogianni & Baldwin, 2019; Roy et al., 2015). Respecto a la actividad física, un estudio transversal sugie- re que la motivación para realizar actividad física en muje- res universitarias está asociada a políticas de la universidad orientadas a ello -como la inclusión de cursos en las mallas de estudio (M. Kim & Cardinal, 2017). En un estudio posterior, los mismos autores sugieren que, ante la presencia de cursos obligatorios, los estudiantes de años terminales presentan mayor motivación interna y menos desmotivación para prac- ticar actividad física que los de ciclos iniciales (M. S. Kim & Cardinal, 2018). Asimismo, una revisión sistemática (Bailey et al., 2020) identificó tres estudios transversales que asocian positivamente la percepción de una mayor caminabilidad en el entorno del campus con los niveles de actividad física que realizan (Horacek et al., 2018; Peachey & Baller, 2015; Sisson et al., 2008). Sin embargo, los estudios anteriormente referidos no dan cuenta de cambios conductuales. Un metaanálisis sobre los comportamientos de actividad física en estudiantes universi- tarios concluye que ni profesionales de la salud, ni de educa- ción física han sido capaces de aumentar de forma efectiva los comportamientos de actividad física en estudiantes uni- versitarios (Deng Keating et al., 2005). Vigilancia nutricional Desde 1995, en el Estado de Minnesota, en Estados Unidos, existe un sistema de vigilancia anual de salud de los y las estu- diantes de pregrado y posgrado de las universidades estata- 8 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

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