Mujeres públicas: exposición de la Universidad de Chile 2019-2023
E loísa Díaz Insulza (1866-1950) tenía 11 años cuando el ministro Miguel Luis Amunátegui firmó el 6 de febrero de 1877 el decreto Nº 547 que permitió a las mujeres rendir exámenes de bachillerato y proseguir por tanto estudios universitarios. Tuvo el privilegio, por apoyo de sus padres, de ser enviada a estudiar a uno de los pocos colegios particulares para mujeres, el de Dolores Cabrera, para luego pasar al Liceo de Isabel Le Brun, impulsora del decreto. En 1881, con casi quince años de edad, Eloisa aprobó el examen de bachillerato en Humanidades en el Instituto Nacional, lo que la habilitaba para ingresar como estudiante a la única universidad del país, la Universidad de Chile. Con ello, fue la primera mujer de América Latina en recibir un título universitario. En 1885 fue bachillera en medicina y farmacia, en 1886 fue licenciada en medicina y farmacia con la memoria Breves observaciones sobre la aparición de la pubertad en la mujer chilena y el 3 de enero de 1887 obtuvo el título de Médica Cirujana, la primera de Chile y Sudamérica. Tuvo que estudiar acompañada por su madre, pues su irrupción en un mundo vedado a la mujer chilena produjo una grieta en el sistema, incomodidad y rechazo. En una entrevista concedida por la conmemoración el cincuentenario del Decreto Amunategui, el 30 de septiembre de 1927, Eloísa Díaz decía: “Recuerdo que en aquellos primeros días los estudiantes de todos los cursos al término de cada clase, se formaban en dos filas para hacerme pasar por el centro, y esta broma cariñosa de la muchachada terminaba con entusiastas aplausos. Después algunos de mis compañeros me venian a esperar a la salida de mi casa para acompañarme a la escuela” ( El Mercurio , 30 de septiembre de 1927). En su vida profesional, la Dra. Díaz se dedicó por más de treinta años “al alivio de las dolencias humanas” desde su cargo como Inspectora de las Escuelas Públicas, instalando en ellas servicios odontológicos y comedores alimenticios, los paseos y colonias escolares, el día del árbol, propiciando la creación de plazas para juegos, jardines infantiles y escuelas para niños con capacidades diferentes. Implementó, además, campañas de salud pública para combatir la tuberculosis, el alcoholismo y la mortalidad infantil por medio de la vacunación obligatoria. 37
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