Mujeres públicas: exposición de la Universidad de Chile 2019-2023

Bordado de una herida abierta (proceso en curso) Francisca Palma 2018 Bordado con cabello humano Colección privada Francisca Palma Desde las hebras y las fibras, pero también desde los recuerdos y los afectos comienzan a emerger sus ojos, sus labios, sus rasgos. Punto cadena y unas puntadas curvas develan ese rostro que pudo ser otro, el de ella, el de aquella, el propio, porque ustedes somos todas. El material biológico se pone a disposición de esta memoria, entregando algo íntimo y subjetivo en una historia de violencia común que tiene como escenario el desierto como lugar óptimo para la impunidad, para el abandono y el menosprecio. El pelo como material biológico se dispone así en estos bordados para representar los rostros de una herida abierta: el secuestro, violación y asesinato de una docena de mujeres –entre ellas estudiantes secundarias- que hoy forman parte de la lista de víctimas del denominado “psicópata de Alto Hospicio”. Catorce mujeres condenadas a su aparición en las páginas policiales de la prensa local y nacional, circunscritas a un discurso sobre la pobreza y la condición de mujeres como una sumatoria de factores que te hacen flanco de la violencia. El pelo como material para hacer emerger, para no callar, se torna un arma biológica al servicio de esta memoria desde sus múltiples significados y propiedades: la representación de la feminidad, la duración y persistencia, y la corporalidad al servicio de este objetivo. Así, a partir de este material son otros cuerpos de mujeres quienes colaborarán en este proceso que versa sobre cuerpos vulnerados y categorizados sobre los que hoy estamos luchando para que no queden en el olvido. Francisca Palma Arriagada, Alto Hospicio. 185

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