Huella y presencia [tomo I]

HUELLA Y PRESENCIA reconocimiento para ella y Ernestina Pérez con ocasión de cumplir ambas cincuenta y tres años de profesión. En esa oportunidad, la Facultad d< Medicina de la Universidad de Chile, les otorgó medallas conmemora tivas. Eloísa Díaz falleció en Santiago, el I de noviembre de 1950, a lo: ochenta y cuatro años de edad. Vivió entre dos siglos. Su longevidad le permitió ser testigo y en opor tunidades partícipe, de importantes transformaciones de la sociedad chi lena y su entorno. Y así transcurrió la vida de esta mujer extraordinar'ia y al mismc tiempo, dueña de una gran modestia; de brillante inteligencia, pero tierm y sensible, quien muy joven, eligió un camino difícil -dificilísimo en st época- persiguió la realización de sí misma sirviendo a los demás, perc no en la simple caridad, sino en la aplicación del conocimiento científicc a la atención de los problemas sociales. Buscó sendas, entonces descono cidas para la mujer, para aminorar las desventajas sociales de los pequeñoi escolares menesterosos y así ellos pudieran aspirar a una vida más digna De paso, abrió definitivamente a la mujer la gran puerta de la educaciór superior y la posibilidad de acceso a su realización personal a través dt un campo profesional, al mismo tiempo, que la oportunidad de contribui1 a mejorar la condición social de otras mujeres. El Dr. Enrique Lava!, en una breve biografía incluida en su obra "Lai Primeras Mujeres Médicas en Chile" , la recuerda así. Dice: "La conocimos al finalizar su vida; era suave, benévola, encanta• dora con su brillante cabeza en la que los años habían tejido al lado de los hilos blancos, tenues tonos azules y que parecía -poi una remembranza oculta y que todos tenemos de una niñez leja- na- el hada buena cuya misión era estar al pie del camino de lm niños y dejarles dones para la vida. " Este año, en que se cumple un siglo desde que Eloísa Díaz Insunza en- frentara la Comisión Examinadora formada por ilustres profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, para lograr el título d( Médico Cirujano, hemos querido recordar la fecha y personalizar en ella nuestro reconocimiento a todas las primeras mujeres profesionales uni- versitarias que nos abrieron a nosotras nuevas rutas para transitar por la vida. 86

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